Empresarios, pilar de la solución de la crisis en Bolivia
Por Rolando Kempff Bacigalupo, presidente de la Federación de Empresarios Privados de La Paz (FEPLP)
Gobierno que no tome en cuenta a los empresarios privados no podrá encontrar solución a los problemas económicos del país. Es necesario comprender que el rol del empresario es coordinador el accionar del capital, la mano de obray los insumos a transformar, asumiendo los riesgos que conlleva todo proceso de transformación.
Bien lo dijo Giovanni Ortuño, presidente de la Confederación de Empresarios Privados de Bolivia (CEPB) “cualquier modelo económico, sea liberal o estatista, que ignore o menosprecie el rol fundamental del sector privado, está condenado al fracaso. No debemos seguir admitiendo que las políticas económicas se diseñen sin la participación de quienes generan empleo y riqueza”.
Es cierto que, en los últimos años, el incremento de los funcionarios públicos fue considerable, pero podemos decir con certeza que no existe el “papá Estado” porque casi el 80% de los empleos del país es generado por el sector privado.
Debido a la irracional política salarial vigente en el país desde hace dos décadas, la informalidad –que también es el trabajo de una parte del sector privado- es la que tiene más mano de obra ocupada.
Debemos dejar en claro que el emprendedor en el país debe enfrentar muchos costos. Una encuesta encargada por Herbalife Nutrition a mediados del 2019, mostraba que las principales barreras para el emprendimiento en Bolivia son los altos costos de inversión inicial (67%), la falta de información sobre datos de mercado y financiamiento (43%) y el temor a que el negocio no sea exitoso ni rentable (27%).
Como se afirma en la investigación “El empresario y el contexto económico”, de la facultad de Ciencias Económicas y Empresariales (ICADE) de Madrid, “el objetivo final del empresario debería centrarse en la obtención de valor; en la mejora de la calidad de vida de los individuos y el progreso. Como indica Schumpeter, el emprendedor es aquél que no se conforma con lo que es conocido e intenta realizar las nuevas combinaciones para poder llegar a esa destrucción creativa. El empresario logra esto mediante la capacidad de voluntad y acción, que diferencia a un empresario de un individuo sin estas capacidades”.
El empresario está presente en todo el mundo. China y Rusia, reconocidos ambos como países con gobierno comunistas, o los Estados Unidos tienen sus empresarios, aportando al desarrollo del país donde están asentados.
El empresario, es decir el emprendedor, es un líder que invierte su capital y conocimiento en un negocio. Y, para avanzar debe contar con la colaboración de dos grupos sociales: por un lado, están los socios, que también invierten y, por el otro, los empleados, que aportarán su trabajo para alcanzar el objetivo de la empresa.
La condición básica para el normal trabajo del empresario, es la vigencia de un sistema de gobierno democrático. Se potencia en un sistema donde se respetan las reglas de juego, una justicia no politizada y tenga estabilidad, con un Estado facilitador del trabajo empresarial, no su competencia.
A mediados del 2023 la OIT organizó la 111 Conferencia Internacional del Trabajo, donde se reconoció la necesidad de identificar medidas para asegurar acciones vinculadas al desarrollo empresarial que promuevan un entorno propicio para que las empresas sean sostenibles y contribuyan a la creación de puestos de trabajo decente.La importancia que tienen en el país las micro, pequeñas y medianas empresas (MIPYME) se debe a que representan el 95% de las empresas activas en Bolivia, generan el 80% del empleo formal y son fundamentales para la economía y la estabilidad social, y contribuyen al incremento del valor agregado de la economía.
Los miocroempresarios que optan por la informalidad lo hacen por la burocracia y la corrupción. La burocracia en Bolivia se ha convertido en un obstáculo canceroso para el progreso, que dificulta el trabajo de los emprendedores y sostiene a un sistema público plagado de prácticas corruptas.
Se considera que la burocracia nacional es la más pesada de América Latina, con una amplia aparición de reglamentos y exigencias que hacen prácticamente imposible cumplirlas.
La fortaleza económica de un país tiene como base un empresariado fuerte y competitivo que, además, es una señal inequívoca de progreso.
Como ocurre en todo el mundo los empresarios en Bolivia arriesgan su patrimonio familiar y debe trabajar, desarrollando el país, sin seguridad jurídica.
El Gobierno debe buscar que la base empresarial boliviana sea sólida y en constante expansión. De esta forma la empresa privada será la proveedora de divisas para que el país pueda hacer realidad sus planes de desarrollo y la reducción se la pobreza.Esa es la tarea que tendrá el nuevo gobierno que será elegido en agosto próximo.