Muchos años antes de la era cristiana, los pueblos ya buscaban el camino de la integración, sea por razones económicas, buscando mayor seguridad, mayor desarrollo o aumentar su actividad comercial, que no alcanzaron actuando solos.

La búsqueda constante de mejores condiciones de vida y desarrollo, una convivencia pacífica y relaciones internacionales de respeto mutuo como país, nos lleva al convencimiento de que solo lo podremos alcanzar mediante la integración, inicialmente subregional y luego regional.

Entre los primeros acuerdos de paz escritos entre dos países, encontramos el Tratado de Qadesh, firmado entre Ramsés II y los hititas en 1259 a.C. 

Esta intención de convivencia y cooperación se ha mantenido hasta nuestros días. Ahora encontramos manifestaciones ejemplares de cooperación, ayuda,trabajo conjunto, y alianzas para un trabajo de beneficiomutuo.

Pero, debemos reconocer que la construcción de este nuevo esquema global se encuentra aún en un proceso de realización, donde encontramos la integración subregional como base primordial, la cual debe ser adoptad por las naciones para ingresar al mundo globalizado.

Actualmente, destacamos la instrumentación deprocesos de Integración Subregional como la Unión Europea, la Comunidad Andina de Naciones, el Mercado Común del Sur o la Comunidad del Caribe, manifestando que los intentos de integración estuvieron presentes desde muchos años atrás.

La Europa, de mediados del siglo pasado, sumida bajo la creciente tensión de la guerra fría, estaba presionada para consolidar una fuerza de unidad. Estos acontecimientos que se presentaron bajo la conformación de la Comunidad Europea proporcionaron el marco en el Viejo Continente, para conformar no solamente el proceso de cooperación sino también el de integración. 

En 1951, las ideas de Schuman tomaban cuerpo en el continente. Luxemburgo, Bélgica, Italia, Holanda, Francia y la República Federal Alemana firmaban el tratado de París, constituyendo la Comunidad Europea del Carbón y del Acero, que se constituyó como guía en el avance de las relaciones de Europa: "abolir los efectos económicos de las fronteras entre los países signatarios del carbón y del acero, adoptando medidas transitorias y permanentes, permitiendo a los miembros adaptarse a la nueva situación de la competencia a nivel de la comunidad".

La Unión Europea es en la actualidad el proceso integracionista con mayor éxito y desarrollo; un modelo de origen y con bases primordialmente económicas, que continúa en la búsqueda de metas primordiales, como el avance conjunto y próspero de sus miembros.

En el caso de Sudamérica, los primeros intentos de integración fueron de naturaleza política y económica, surgiendo tras la independencia de las colonias españolas. La Gran Colombia (1819-1831) es uno de los primeros ejemplos, seguido de intentos de confederación y el establecimiento de la Asociación Latinoamericana de Libre Comercio (ALALC) en 1960. 

En agosto de 2023, decía en una nota mía sobe la integración: “Para asegurar el éxito tanto de los acuerdos subregionales existentes como los proyectos de mayor envergadura como el Área de Libre Comercio de las Américas, Enrique V. Iglesias -entonces presidente del Banco Interamericano de Desarrollo- propuso que los países del hemisferio se fijen como metas eliminar las barreras no arancelarias, adoptar mecanismos transparentes de resolución de conflictos, liberalizar los servicios comerciales, avanzar en la cooperación macroeconómica y monetaria, modernizar sus instituciones comerciales y profundizar sus reformas estructurales”.

El pensamiento bolivariano y las aspiraciones de autonomía de los Estados Latinoamericanos y Caribeños, fueron el pilar de los primeros sistemas integracionistas como la Asociación Latinoamericana de Libre Comercio (Alalc), El Mercado Común Centroamericano (Mcca), El Pacto Andino y La Comunidad del Caribe (Caricom); buscando la receta para sus problemas económicos, comerciales y de mercados. También es fundamental para Latinoamérica, especialmente para Bolivia la integración física a través del transporte multimodal; caminero, fluvial, férreo así como conexiones aéreas. 

En ese sentido, destacamos la Hidrovía de la Cuenca del Plata con más de 3.200km navegables, así como la integración de la Cuenca Amazónica y los corredores bioceánicos que conectan a Sudamérica con el Océano Pacífico. 

Las estadísticas nos muestran que Sudamérica, con sus 17,84 millones de km2, es superior en un 70% a la de algunas superpotencias actuales. Con datos al 2022, solo China tendría más población que nuestra región

La integración latinoamericana es un proceso en constante evolución que demanda la colaboración y el compromiso de todos los actores sociales. La región cuenta con una rica diversidad cultural, económica y política, y es precisamente esta diversidad la que puede ser una fuente de fortaleza y riqueza. Sin embargo, para aprovechar plenamente este potencial, es necesario superar las barreras y los obstáculos que impiden una mayor integración y cooperación regional. En este contexto, la participación activa del gobierno, sector privado y la sociedad es fundamental para avanzar hacia una integración más profunda y sostenible que promueva el bien común de las regiones.