Tras la controversia generada por un comentario en redes sociales, el empresario y presidente del Club Bolívar, Marcelo Claure, emitió un pronunciamiento público en el que aclaró que no apoya la candidatura de Andrónico Rodríguez ni de ningún dirigente ligado al Movimiento al Socialismo (MAS), y reafirmó su respaldo a un cambio profundo en Bolivia, tanto en lo económico como en lo institucional.

“Mi post sobre Andrónico fue malinterpretado por muchas personas. No apoyo a Andrónico ni a ningún heredero político del MAS”, expresó Claure, tras recibir una ola de críticas en redes sociales, algunas de ellas con duros cuestionamientos y agravios personales.

El empresario señaló que la polarización y el dolor social en Bolivia son más profundos de lo que imaginaba, y admitió que, al no vivir actualmente en el país, sus declaraciones pueden ser entendidas de forma diferente. Aclaró que cuando dijo que Andrónico “será la oposición”, se refería a que espera que el MAS, o cualquier versión reciclada de este partido, pierda las elecciones y deje el poder.

Claure reafirmó que apoyará al candidato de la oposición que tenga mayores posibilidades de ganar y gobernar con responsabilidad, y se comprometió a seguir trabajando por la unidad opositora, al considerar que es “clave para lograr un mandato de cambio fuerte”.

Asimismo, fue tajante en su rechazo al partido oficialista:

“El MAS, sea quien sea su candidato o su sigla, no puede seguir gobernando. Ya hicieron suficiente daño y no hay futuro con ellos.”

En su análisis, consideró que si la disputa electoral es inevitable con una nueva versión del MAS, preferiría enfrentar una candidatura como la de Andrónico antes que las de Evo Morales o Luis Arce, a quienes criticó con severidad. Sobre Evo, recordó que enfrenta acusaciones penales y lo calificó de “prófugo de la justicia”, mientras que a Arce lo señaló por continuar con el deterioro económico y estar vinculado a denuncias de corrupción que involucran a su entorno familiar.

Finalmente, Claure advirtió que Bolivia se encuentra en una situación crítica que requiere cambios estructurales urgentes para evitar un colapso. “Vamos a necesitar un país unido y un Congreso donde, por primera vez, se deje de lado el interés personal para trabajar por Bolivia”, concluyó.