@sebaslindner

Especial para El Popular

Luego de "Birdman", la película más aclamada por la crítica del 2014, para mí un poco sobrevalorada (sólo un poco, no se enojen), el director mexicano ganador de tres premios Oscar, Alejandro González Iñárritu se despacha con una inmensa epopeya, desgarradora en el sentido más amplio del término, llamada "El Renacido".

La película está ambientada en el año 1820 y basada libremente en la historia real de Hugh Glass (Leonardo DiCaprio), un trampero estadounidense con mucho conocimiento del terreno y la naturaleza, padre de Hawk (Forrest Goodluck), un hijo mestizo que tuvo junto a una mujer de la etnia "pawnee". Bajo las órdenes del capitán Andrew Henry (Domhnall Gleeson), Glass guiará a un grupo de traficantes de pieles en un escape a través de la montaña luego de ser atacados y diezmados por un grupo de nativos pertenecientes a la tribu "Cree". Y es en este tortuoso viaje que se desarrollará el antagonismo con el cazador John Fitzgerald (Tom Hardy) que no está de acuerdo con sus decisiones, temiendo perder las pieles, el dinero y en última instancia, su vida.

En este film hay tres protagonistas, uno es el personaje interpretado por DiCaprio, el otro es el interpretado por Hardy, y el tercero es la propia Naturaleza: tan violenta como la misma esencia de la humanidad, una madre que ama y odia al mismo tiempo a sus hijos, proveedora de recursos para sobrevivir pero capaz al mismo tiempo de ponerlos a prueba hasta extremos impensados. Por esto es necesario saber que la película es muy violenta, no apta para estómagos sensibles. Pero no es una violencia innecesaria, es realista y está bien usada y dosificada.

Tanto las extraordinarias locaciones, con bellísimos y majestuosos paisajes naturales de Estados Unidos, Canadá y Argentina como el impecable manejo de la cámara, con planos muy envolventes y subjetivos, travellings y primeros planos, que con la ayuda de tomas secuenciales dan una sensación de realismo e inmersión tan fuerte que por momentos nos parecerá hasta sentir los olores del bosque y el frío de la nieve. No es un dato menor que la fotografía estuvo a cargo de Emmanuel Lubezki ("El Árbol de la Vida", "Gravedad", "Birdman" y "Children of Men").

Cuesta levantarse de la silla luego de las dos horas y media de proyección. Cuando termina la película, nos sentimos cansados, doloridos y agotados como el protagonista de la película. Pero hay que salir de la sala, acabamos de presenciar, tal vez, el mejor western de la historia del cine, con una actuación majestuosa de DiCaprio (más que merecedora del Oscar a mejor actor) y nada puede dejar más conformes a los amantes del buen cine. Imperdible y fantástica. Peliculómetro: 100%