Un ejemplo de esa labor es la de Claudio "Kiry" Pereyra, que comenzó desde muy pequeño y sin siquiera proponérselo. Hasta hace algunos años se mantuvo y no descarta volver a vestirse de gala y regresar al lugar que lo hizo feliz.

"No sé por qué me gustó. Lo que tengo en mente es que de chiquito esperaba a que mi tío comprara El Gráfico y lo leía, y eso me atrapó. También escuchaba las carreras y anotaba los goles en la tarjeta del Prode. Y siempre me gustó informar...", recuerda el protagonista sobre su inclinación hacia el periodismo deportivo.

"Iba a la cancha desde que tengo uso de razón y por mi cuenta empecé a anotar en una libretita quiénes hacían los goles y las formaciones. Mi abuelo compraba el diario Tribuna y ahí escribía Azucena Albert, pero no había desarrollo de la información. Un día, cuando tenía 10 años, anoté los datos de un clásico entre Racing e Ingeniero, una época de grandes equipos; me fui a la casa de Azucena, le toqué timbre y le di todos los detalles para que los publique... me quedé parado para que me pague y me dio algo de plata, me fui feliz y a partir de ahí decía que era periodista y me ubicaba en la cancha", recuerda.

"Las notas -repasa Kiry- me las corregía mi maestra, que era Marta Sueiro. Lo hice hasta 7º grado cuando falleció el Diario; después, en el Secundario, EL POPULAR lo tenía Abel Buzeki y hacía los desarrollos de las notas para él".

A Claudio Pereyra le quedaron truncos sus estudios superiores en periodismo pero siguió ligado a la profesión, colaborando asiduamente con los corresponsales lamatritenses del matutino olavarriense.

Con los años cambió la máquina de escribir por el micrófono e hizo de comentarista junto a Fernando Manso; la dupla se mantuvo por varios años y suma muchas anécdotas. "Algunos aún me preguntan por qué no volvemos, pero lo hicimos a costa de nuestros bolsillos y haciendo todo a pulmón... fueron experiencias muy lindas y nuca descarto volverlo a hacer, porque es algo que amo", apunta.

"Yo prefiero la gráfica, por más que sea medio caradura para el micrófono. La gráfica te da para hacer metáforas", sostiene.

"En el periodismo está todo inventado. Me gusta leer y retengo frases que he ido leyendo y voy ensamblando, desde ahí voy armando algo para construir las notas... Tengo 50 años, prefiero el papel, pero no hay que negar la tecnología y los avances que te permiten estar constantemente informado", menciona.

"Estamos en tiempos difíciles para los que trabajan y viven del periodismo, porque estamos en una sociedad que en los distintos ámbitos te juzgan por una opinión. A mí me gusta estar informado y compartirlo y contar lo que sucede", concluye.