Los primeros en subir al escenario fueron los "Cancionero Rojo" con Mecha y John, y Camilito Rojo, con un show payasesco para el asombro y la alegría de sus espectadores. Ellos son artistas oriundos de las ciudades de La Plata y Rosario y su brillo, ritmo y alegría siguió presente en la esquina de Azopardo y Santa Cruz, espacio utilizado como corsodromo.

En este último desfilaron las murgas, Salta la Liebre, la Agrupación de Candombe "Laten Las Lonjas", Sambos Caporales-Fuerza Joven, la Murga Comodines de Febrero y para el cierre, la banda local, "Queso y Dulce".

A su alrededor se encontraban apostados los puestos de los feriantes, con sus artesanías y productos, puesto de ventas de espuma, un espacio destinado a primeros auxilios y una mesa que oficiaba de barra para tomar pedidos en la cantina.

Se trató de un espectáculo para toda la familia donde "deseamos transmitir a la comunidad, el sentido de compartir, de apropiarse de un espacio público que además, les pertenece, que conozcan y reconozcan nuestra tarea diaria", explicaron sus organizadores en un comunicado a los medios.

"Estamos muy contentos y agradecidos por el apoyo de todas y todos. Para este primer corso barrial nos llenamos de experiencia y de ganas por mejorar y superar esta apertura. Hay que tener en cuenta que, más allá de la fiesta, hay mucha gente que trabaja en esto: organizadores, colaboradores, donantes, y otros tantos que hacen posible que este tipo de evento, que tiene la particularidad de ser autogestivo".

El objetivo que persigue es sostener el comedor "Pocho Lepratti" y que se concrete el edificio de la Sociedad de Fomento. Este tipo de espacios puede ser una fuente de desarrollo económico para las economías sociales, por lo que en estos eventos son siempre bienvenidos todos aquellos feriantes que deseen exponer su arte y sus productos.

De esta manera y con un notable éxito marcado por la masiva presencia de público, culminó la noche del corso, en un barrio dispuesto a mostrar fiesta, en un encuentro que despierta un sentimiento de sinceridad y sin mezquindades.

Las postales de una noche única de la mano de Bruno Scarponi y Lucas Stratico, que llegaron desde Capital Federal para acompañar el evento.