Después del tercer set, hubo descanso de diez minutos con motivo de las altas temperaturas sobre la ciudad de Nueva York, y Del Potro reconoció que le costó volver: "Me di una ducha, me mojé los pies… No quería volver de vuelta cuando estaba acostado, jaja. El calor es imposible para jugar al tenis. Esos diez minutos te terminan de cansar, cuesta volver a activar y sentirte con energía. Tuve la suerte que enseguida le pude quebrar en el cuarto set".