Socios para la victoria
Canapino, Ponte y Alonso ganaron los 1.000 Kilómetros de Buenos Aires. La victoria puso en carrera al Titán para retener la corona.
Al igual que el año pasado en el festejo por los 80 años de la popular categoría, la segunda edición de esta carrera de largo aliento recién se definió en los últimos diez giros donde Canapino tuvo un ritmo frenético bajando dos segundos por vuelta y pasó del cuarto lugar a liderar la carrera para lograr su primera victoria del año.
La semana pasada se describió en CORSA el gran presente de Canapino en las tres categorías donde corre. Le faltaba vencer en TC y lo consiguió. "Mis invitados son dos pilotos de TC que no pueden correr por falta de presupuesto. Esta carrera la venimos preparando desde principio de año y la estrategia resultó (6 paradas). Fue muy tenso el momento de la falla de bomba de nafta, cuando manejaba Alonso. Pero cuando me tocó definir la carrera aproveché a fondo tener gomas nuevas en las últimas vueltas. Es una revancha por no haber ganado el millón de pesos en Rafaela, donde perdí por poco", declaró el Titán de Arrecifes, que alcanzó su triunfo 79º en 13 temporadas en el automovilismo argentino (43 en Top Race, 15 en Súper TC 2000, 9 en la Copa Mégane, 8 en TC, 2 en TC Pista y 1 en TC Mouras y Top Race Series, estos dos últimos siendo invitado).
Con su éxito del domingo, además, Canapino cumplió con el requisito de la victoria y se clasificó de forma directa a la Copa de Oro que definirá al campeón junto al puntero del torneo Castellano (11º el domingo), Facundo Ardusso (Torino/3º) y Guillermo Ortelli (Chevrolet/6º). Si bien se lució arriba de su Chevy, es para destacar la incorporación en su equipo del ingeniero Guillermo Cruzetti, quien en 2017 ganó ésta carrera con Juan Manuel Silva (Ford).
"Es un alivio enorme poder lograr un podio en esta carrera. Estás muy tensionado arriba y abajo del auto, con un auto de seguridad cada 15 vueltas. Es lo que necesitaba para pelear por el título", comentó Pernía (Torino), que fue tercero en pista junto a Juan Cruz Benvenuti y Emmanuel Pérez Bravo, pero segundo en la clasificación final por la sanción de 10 segundos que recibió Julián Santero (Dodge) por un toque a Nicolás Trosset (Dodge). De esta forma la tercera posición correspondió a Ardusso, Federico Pérez y Tomás Urretavizcaya.
Esta clase de competencias, sobre poco más de cinco horas y media, tiene su atractivo especial. Entrega múltiples golpes de escena y les da chances a los que por diferentes problemas se retrasaron. Más allá de ser 178 vueltas, la expectativa estuvo hasta el final con 13 neutralizaciones por diferentes incidentes y 19 punteros.
Pero también tiene sus fallas. Esta vez se permitió el ingreso a los boxes con el auto de seguridad en la pista. El artículo 4 del Reglamento Particular de la Prueba RPP indicaba que "todo vehículo que ingrese a boxes con el Pace Car en la pista al reintegrarse a la carrera deberá ocupar el último lugar en la fila india detrás del Pace Car". Eso no se cumplió y hubo muchos que se metieron en el medio del pelotón. Sobre esta variante, muchos pilotos se quejaron en la previa ante los comisarios deportivos por el tránsito pesado que podía llegar a haber en la calle de boxes (hubo 23 veedores de la ACTC), pero no acontecieron mayores problemas.
Por último un tema para analizar en la venidera edición: la idoneidad de los invitados. Algunos estuvieron a la altura, otros no tanto, como los pilotos que participaron de un múltiple accidente en el curvón Salotto: Juan Scoltore (Juan Martín Bruno), Lucas Ferreira (Mathias Nolesi), Jorge Trebbiani (Carlitos Okulovich), Gastón Ferrante (Matías Rossi) y Sebastián Abella (Camilo Echevarría). Por suerte no hubo que lamentar consecuencias y de hecho los autos se repararon y volvieron a la pista. Ser licenciado de la ACTC parece no ser el único requisito excluyente. Si no, pregúntenle a Ayrton Londero, el ganador del TC Pista el sábado bajo la lluvia, que no pudo correr los 1.000 Kilómetros por no tener presupuesto…