Le dicen gaúchos y la sola denominación remite afinidades más grandes de ellos con nosotros que respecto al resto de Brasil. Toman mate amargo, pero lo llaman chimarrao; comen asados, les gusta el tango. Porto Alegre es la capital del estado de Río Grande dos Sul, el más meriodional del país y está más cerca de Buenos Aires (1063 km), que de San Pablo (1109 km) o Río de Janeiro (1558 kilómetros).

Con casi un millón quinientos mil habitantes es el cuarto punto más visitado de Brasil por los turistas extranjeros. Ciudad verde, tiene un millón trescientos mil árboles en la vía pública, 608 plazas, nueve parques y tres unidades de conservación.

Formada por una mezcla de culturas europeas (en especial provenientes de Portugal, Italia y Alemania), con una parcialidad de la etnia guaraní, estas pampas son una extensión del paisaje del sur del continente que domina buena parte de la Argentina y Uruguay.

De la tradición pastoril de los indios pampas nació el gaúcho; figura épica a la que fueron atribuidas bravura y espíritu guerrero en las batallas que emprendió a lo largo de la historia, tanto en defensa del territorio contra los intereses españoles, como en la lucha por la independencia de la República Riograndense contra el Imperio del Brasil, en el inicio del siglo XIX.

Porto Alegre es el polo de preservación e irradiación de esta historia, del folclore, de los hábitos y creencias de los gaúchos, y lo hace de una manera muy peculiar: dando valor a sus tradiciones. Fundada en 1742 por inmigrantes arribados desde las Islas Azores, representa a otro Brasil, que se diferencia del Brasil tropical del mar y del sol no sólo por el paisaje.

Estas diferencias se expresan en formas que van desde la música hasta la poesía, la literatura y las artes plásticas, la arquitectura y los modos de vida de su gente.

Al aterrizar en el aeropuerto internacional "Salgado Filho" un tren suburbano transita hasta su última estación, en pleno centro histórico de la ciudad, donde sobresalen la Catedral Metropolitana, el Palacio Piratini (cuyos frescos representan como poco el espíritu de esta ciudad) y su gran ícono, el Mercado Público Central, edificio construido en 1869, que guarda entre sus paredes historias de las épocas de la esclavitud vinculadas con los mitos y creencias de esta ciudad.

Más de 100 mil personas transitan diariamente por allí, para recorrer sus calles, comprar en sus comercios y consumir los productos regionales. En la continuidad de la peatonal Rúa das Andradas emerge altiva la chimenea de la "Usina do Gasómetro", hoy monumento histórico. El edificio, que proveyó durante la primera mitad del siglo pasado la energía de Porto Alegre, recibe uno de los centros de prensa de la Copa de Mundo. Desde donde partió este informe.

A sus espaldas el lago Guaíba, que abraza a la ciudad con sus 72 kilómetros de costanera, sus islas del Delta de Jacuí y en el fondo del recorrido (entre aerobistas que disfrutan del ejercicio y de la belleza del paisaje), como si una nave espacial hubiese aterrizado desde el espacio exterior, el "Beira Río", estadio del Internacional, que hoy será testigo de la tercera escala para el sueño argentino en la Copa del Mundo.