El humor y la denuncia en "Monólogos de la vagina"
Durante una hora y media de función, las actrices hicieron reír, pensar y también emocionar. Intercalaron monólogos sobre experiencias de vida y denuncias, con chistes y comentarios anecdóticos. Jugaron con la poca platea masculina y reivindicaron la sexualidad de la mujer.
Julieta Portillo
Llegaron para reivindicar esa parte del cuerpo femenino que nadie llama por su nombre real, con excepción de los médicos ginecólogos.
María Leal, Emilia Mazer y Claribel Medina estuvieron en el Teatro Municipal con sus "Monólogos de la vagina", el jueves a la noche en una sala con alrededor de 300 personas que rieron gran parte del espectáculo y aplaudieron de pie luego de una hora y media de función.
"Monólogos..." es una obra que propone humor, pero que -sin embargo- roza temáticas sexuales y sociales de violencia, denunciando agravios contra la sexualidad femenina: la violación, el abuso y la mutilación genital que aún se lleva a cabo en determinados países, por nombrar las más importantes. Todo, claro, en un contexto global de diversión en el que no estuvieron ausentes aquellos placeres del universo femenino.
La obra se basa en entrevistas que la autora hizo a más de 200 mujeres de todas las edades y niveles económicos y culturales, sobre sus experiencias con este órgano genital femenino, centro del placer y oculto al mundo externo, pero al mismo tiempo vulnerable a agresiones físicas y -por qué no- también conceptuales.
"Monólogos..." llegó a Olavarría en el marco de una gira nacional, fue estrenada en Nueva York en 1996 ganando el premio Obie en 1997 a la mejor obra. En 1998 se trasladó al Off-Broadway lo que dio paso a su reproducción internacional con presentaciones en más de 200 escenarios en 40 países.
Eve Ensler (la creadora de "Monólogos de la vagina") impuso que la obra fuera representada por un trío de actrices continuamente renovado. En New York, con más de cinco años en cartelera, ha sido protagonizada por actrices como Melanie Griffith, Susan Sarandon, Kate Winslet, Calista Flockart, Sophie Dahl, Winona Rider y Glenn Close, entre otras.
El jueves, María Leal, Emilia Mazer y Claribel Medina se plantaron en el escenario del Teatro e intercalaron monólogos -interpretando a aquellas mujeres entrevistadas- con chistes sobre sexualidad y un juego con la platea masculina que, aunque ínfima en número, se prestó a jugar.
Tres mesitas redondas y tres banquetas hicieron la escenografía del espectáculo. Las protagonistas, sentadas, intercambiaron roles y personalidades: la tímida, la pacata, la concheta, la prostituta, la que tuvo malas experiencias, la reprimida que ocultó siempre su deseo sexual, aquella que fue violada, la chica que creció en un hogar de abuso y violencia; miles de personajes pasaron por la piel de estas tres actrices.
Todo eso combinado con comentarios sobre la visita al ginecólogo exponiéndolo todo, las travesías para encontrar el famoso punto G o aquellos objetos que se inventan para hacer más práctico el ciclo de la vida femenina o más erótica a la mujer aún a costa de la incomodidad. Hubo cuadros en los que hablaron del vello púbico de la mujer y hasta imaginaron qué se pondría si se vistiera o qué diría si hablara.
La palabra real: vagina, se pronunció infinidad de veces durante el transcurso del espectáculo. "Venimos a Olavarría a reivindicar esta palabra", dijeron las actrices antes de dar miles de formas en que hombres y mujeres denominan esta parte del cuerpo femenino.
La obra entretiene y divierte. Deja expuestos comportamientos, creencias y experiencias de una cantidad importante de mujeres en su relación con su sexo. Da a conocer historias de vida crudas y también divertidas, pero que van formando la sexualidad de una mujer desde pequeña.
Cómica y trágica al mismo tiempo, "Monólogos de la vagina" es un espectáculo diferente. Quizás eso lo haga especial y exitoso en el mundo entero. Con denuncias o bromas, la obra viene a reivindicar a las mujeres, a la sexualidad, al deseo y también a ese sitio del cuerpo que pocos nombran pero del que todo el mundo nace a la vida.