Fukuoka practica un sistema de cultivo que él llama "agricultura natural". Aunque algunas de sus prácticas son específicas a Japón, la idea que rige su método se ha aplicado con éxito alrededor del mundo. Su sistema se encuadra dentro del ámbito de la Permacultura.

La esencia del método de Fukuoka es reproducir las condiciones naturales tan fielmente como sea posible de modo que el suelo se enriquece progresivamente y la calidad de los alimentos cultivados aumenta sin ningún esfuerzo añadido.

Estos radicales principios de trabajo se basan en una filosofía de no hacer, no intervenir o forzar las cosas (Wu Wei). Fukuoka alcanzó un grado de comprensión de los microecosistemas del suelo, que ha ideado un sistema de trabajo que libera de laboreo y esfuerzos innecesarios de la agricultura conocida. Su método, que él llama a veces Agricultura Natural Mahayana, se basa en empezar dando y luego recibir de forma natural, en lugar de exigir a la Tierra hasta agotarla.

Su sistema se basa en respetar, e incluso potenciar, los ciclos naturales, de manera que éstos aseguran una mejor calidad del crecimiento de las plantas, mediante sencillas intervenciones en el momento adecuado. 

Su método sirve para reforestaciones y reverdecer zonas desecadas: mediante árboles capaces de extraer hacia arriba la humedad del subsuelo ha sido capaz de cultivar en zonas desecadas de Somalia. Fukuoka afirma que es posible reverdecer casi cualquier lugar de la Tierra con este método.

Los Principios de la agricultura Natural

  •   No usar abonos ni fertilizantes: mediante la interacción de los diferentes elementos botánicos, animales y minerales del suelo, la fertilidad del terreno de cultivo se regenera como en cualquier ecosistema no domesticado. Los descuidadas prácticas agrícolas drenan el suelo de nutrientes esenciales resultando una disminución anual en la tierra. Si se deja a sí mismo, el suelo mantiene su fertilidad naturalmente, de acuerdo con el ciclo ordenado de la vida vegetal y animal.

  • No eliminar malas hierbas ni usar herbicidas: éstos destruyen los nutrientes y microorganismos del suelo, y sólo se justifican en monocultivos. Fukuoka propone una interacción de plantas que enriquece y controla la biodiversidad de un suelo. Las malas hierbas juegan su papel en construir la fertilidad del suelo y en equilibrar la comunidad biológica. Como principio fundamental, las malas hierbas deben ser controladas, no eliminadas. Acolchado con paja, cobertura del suelo con trébol blanco asociado a los cultivos proveen un control efectivo de las malas hierbas en los campos.

  • No usar pesticidas ni productos químicos: también matan la riqueza natural del suelo. La presencia de insectos puede equilibrarse en un cultivo. A partir del momento en que las plantas se desarrollan débiles como resultado de estas prácticas innaturales como el laboreo y el abonado, las enfermedades y las plagas se convierten en un gran problema en agricultura. La naturaleza, dejada sola, está en perfecto equilibrio. Los insectos dañinos y las enfermedades de las plantas están siempre presentes pero no proliferan en la naturaleza en el grado de necesitar el uso de venenos químicos. La aproximación sensata al control de plagas y enfermedades consiste en cultivar plantas vigorosas en un ambiente equilibrado.

  • Utilizar bolas de arcilla para sembrar (Nendo Dango). Debido a que Fukuoka cultiva entre las hierbas silvestres, para evitar que los pájaros y ratones se lleven sus semillas, las envuelve en bolitas de barro. Mezclando semillas dentro de bolitas de barro de unos 2 o 3 cm que luego esparcirá por el campo. Las bolas se desharán con la primera lluvia intensa, y las semillas comenzarán a brotar, hasta entonces protegidas de los animales y el tiempo. En la mezcla de semillas vienen incluidas las semillas del cultivo que se desea hacer, junto a otras plantas (principalmente trébol blanco) que germinarán más pronto y crearán una capa fina que protegerá el suelo de la luz, impidiendo la germinación de hierbas, pero no de cereales o lo que se desea cultivar.

Filosofía del método Fukuoka

"Es una filosofía para trabajar juntos con la naturaleza y no en contra, de observar prolongadamente y atentamente en lugar de trabajar mucho y descuidadamente, de considerar las plantas y los animales en todas sus funciones en lugar de tratar a los elementos como sistemas de un solo producto".

Su trabajo entronca con la Permacultura: busca cuidar la Tierra y las personas al mismo tiempo, y encontrar modos en que los elementos se aprovechen en diferentes direcciones dentro de un mismo sistema.

Fukuoka desarrolló su método a partir de la intuición de que gran parte de los trabajos que los seres humanos llevan a cabo son por un lado innecesarios y penosos, y por otro destructivos, y así decidió poner todo su empeño en descubrir una fórmula que subsanase ambas deficiencias. Su principal interés se centró en encontrar una fórmula por la cual no hubiera que agotar los recursos de la Tierra para producir alimentos de calidad en abundancia.

Los principios de trabajo de su método desarrollan la filosofía de intervenir sólo hasta donde sea necesario, y lo mínimo posible, en los procesos naturales, para conseguir que la fuerza propia de la Naturaleza potencie los resultados en condiciones óptimas de salud y vitalidad. Por eso busca diseñar primero condiciones óptimas para el trabajo sin ayudantes suplementarios (máquinas, químicos), y con la mínima intervención sobre el desarrollo natural de los cultivos (respeto por las estaciones, no podar). Sigue un principio de respeto profundo por las formas de la Naturaleza y la confianza de que ésta puede proveer de lo necesario si sabemos encontrar el modo de comprender sus ritmos. Para solventar problemas como fitopatologías o plagas es necesario alcanzar un profundo conocimiento del equilibrio de las interacciones naturales del ecosistema donde queremos cultivar, de modo que sus particularidades no se nos presenten como un inconveniente, sino a la larga como factores del proceso incluso beneficiosos. 

Para Masanobu Fukuoka la agricultura es un medio para el desarrollo del ser humano y su armonía con la Naturaleza. La agricultura tiene todo lo necesario para hacer feliz al ser humano, y oportunidades para desarrollar su potencial interior.

Masanobu considera que el curar la tierra y el purificar al espíritu humano son un mismo proceso. La paradoja del conocimiento y actividad humana, la búsqueda del patrón de la naturaleza, del descubrimiento del modo en que ella se desenvuelve, condujo a Fukuoka a la conclusión de que el conocimiento humano convencional y el del cientificismo es como el actuar de un tonto que hurga en libros de día y de noche, afectando sus ojos hasta la miopía más aguda y lo curioso de todo esto es que por lo que hurgaba con tanto afán era ¡el llegar a inventar un artefacto para curar precisamente la miopía!! y aún se siente orgulloso de su invento. 

Para Fukuoka el conocimiento científico y la hiperactividad humana, al acumularse, ha resultado en perder la sabiduría de una vida simple, plenamente consciente de cada instante y por otra parte se ha creado un mundo terriblemente complejo, materialista, peligroso, soberbio, pues en última instancia el mundo es impredecible. Cuando el ser humano apareció sobre la faz de la Tierra, ésta y su matriz (el universo) ya tenían millones de años en movimiento. Hay que detenerse, observar profundamente y hacer entonces lo vital y simple. Necesitamos ver al mundo con una mirada fresca y directa. 

Grupo Permacultura Olavarría

Fuente bibliográfica:

The One-Straw Revolution ("La revolución de un rastrojo") Masanobu Fukuoka

The Natural Way of Farming ("La senda natural del cultivo"). Masanobu Fukuoka, Frederic P. Metreaud

The Road Back to Nature: Regaining the Paradise Lost.("El camino de retorno a la naturaleza") Masanobu Fukuokal

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