La historia de Pipa, el perro que conmovió a Olavarría
Mariá Inés es la mamá de Pilar, ellas fueron quiénes vieron la publicación en las redes sociales de Lula Correa (conocida proteccionista independiente de la ciudad) y se ofrecieron a trasladarlo a una veterinaria para que lo asistan.
Yésica salió a pasear a su perra, Tokyo (adoptada también) y detectó que había un perro en la esquina de Estrada y Riobamba, en muy malas condiciones, con una herida profunda. Alberto, estaba trabajando cerca del lugar y le sacó una foto y la envió a Canal Local para tratar de ayudar a este animal que estaba ya sin movimiento y se veía muy lastimado.
Pipa costeó todo su tratamiento con las colaboraciones de muchísimas personas de la ciudad que se conmovieron, comprometieron y se acercaron a donar a la veterinaria. MUCHÍSIMAS GRACIAS por ser parte, también, de la trama que le salvó la vida.
Fueron las veterinarias de Cruz Violeta (Érica y Liliana a quiénes se les agradece la pasión con la que ejercen su vocación) las que atendieron el caso en una tarde de invierno. Cuando lo vieron no podían creer que con ese tipo de fractura, el perro se paró y movió la cola. Fue así entonces, que se comenzó el proceso de curado.
Con vendas, medicación y mucho amor, una trama humana le salvó la vida a Pipa que ahora busca un hogar.
Es importante concientizar sobre la necesidad de no abandonar a los animales tras un atropello. Se estimó que Pipa estuvo 48 horas merodeando en la ciudad con su cabeza partida. Siempre la recomendación es pedir ayuda, parar, avisar.
Y sobretodo, hacer una tenencia responsable de los animales e incentivar la adopción, antes que la compra de una mascota. Son muchos los animales que necesitan y merecen un hogar.
ADOPTÁ, NO COMPRES.