"Luca", la película musical de Rodrigo Espina, donde los testimonios íntimos y las canciones se complotan para contar la historia de Luca Prodan priorizando al hombre sobre el mito, vuelve al barrio porteño del Abasto luego de sus dos proyecciones en el marco del Bafici, con funciones los viernes 18 y 25, a las 21, en el teatro IFT. Las imágenes inéditas de los shows de Sumo, los relatos que grababa en casetes-cartas y que enviaba desde Córdoba a su madre Cecilia Pollock de Prodan y a sus hermanos Michela y Andrea (ahora reside en la Argentina), que también tienen voz en el documental, contribuyen a desmenuzar la vida de Luca George Prodan, nacido el 17 de mayo de 1953.

En esta película musical, Espina, quien a principios de los 80 se dedicó a filmar a Luca como un fan, buscó acercarse a la esencia de este artista nacido en Italia, que fue un ícono del rock argentino al frente de Sumo. El recuerdo y las anécdotas en las voces de sus compañeros de Sumo, especialmente de Germán Daffunchio y Alejandro Sokol, y de novias y amigos de diferentes etapas de su vida, logran arrancar risas cómplices en el público que sale conmovido después de ver la película.

Realizador de videoclips y director de castings, Espina recordó a Télam que empezó a filmar a Luca hace 22 años, "cuando él estaba vivo y de alguna manera él era consciente del destino final de ese registro". Desde ese momento hubo varios intentos, proyectos y guiones de ficción y a 20 años de la muerte del cantante, el cineasta logró dar forma a las 200 horas de material de archivo (recolectó entrevistas, fotografías, canciones, testimonios, filmaciones) para concretar una película que habla sobre la vida del cantante.

El material, que después de tantas idas y vueltas Espina pensó en quemar, encontró su cauce a partir del llamado de Marcelo Schapces. Espina, quien cuando conoció a Luca ya estudiaba cine y hasta filmó con él su segundo cortometraje ("El día que reventaron las lámparas de gas"), contó que a la hora de pensar en el documental quiso hacerlo desde una mirada más poética apuntando siempre a las emociones.

El hilo conductor de la película son las canciones -en total se escuchan 42 temas- y las letras subtituladas (ya que muchas son cantadas en inglés) funcionan como parte del guión. Además de la música, el relato se torna biográfico y va construyendo la infancia del artista a partir de seguirle el rastro por el Viejo Continente.

"Luca" comienza en su Italia natal como hijo de un matrimonio de clase alta integrado por un severo italiano y una simpática escocesa nacida en China y sigue en Escocia, con sus estudios en el aristocrático colegio Gordonstoun, donde era pupilo y finalmente logró escaparse. Luego llega al Londres punk donde conoció la heroína y continúa por China y Africa, para finalmente aterrizar en la Argentina, crear Sumo, tornarse mito y fallecer a los 34 años un 22 de diciembre de 1987. Hacia el final, la película, producida por Aníbal Esmoris, muestra cómo el suicidio de su hermana Claudia, un coma hepático y los seis meses que pasó en la cárcel fueron otros de los hechos que contribuyeron a su caída.

Espina buscó no encarar a Luca desde el mito y ahondó en el personaje, porque su intención era claramente retratarlo como era, un hombre intenso y sensible, con contradicciones y ambivalencias. Pero el cineasta y su película también recuerdan a Luca como a esas personas capaces de cambiar la vida de los demás. "Todos los que lo conocimos lo recordamos como a alguien con un don particular. Es una de esas personas que vienen a iluminar la vida de los otros", expresó.