El reinado de Nvidia en el mundo de la inteligencia artificial enfrenta un desafío sin precedentes por parte de un consorcio de empresas tecnológicas que buscan romper su hegemonía en este campo estratégico. Nvidia, con una capitalización bursátil de 2,2 billones de dólares, ha dominado el mercado de chips para inteligencia artificial durante años, pero ahora se enfrenta a una amenaza inesperada.

El proyecto, liderado por la Fundación UXL y respaldado por empresas como Qualcomm, Google e Intel, tiene como objetivo crear un conjunto de software y herramientas capaces de alimentar múltiples tipos de chips aceleradores de IA. Utilizando la tecnología desarrollada por Intel, denominada OneAPI, esta iniciativa de código abierto pretende crear un ecosistema abierto y promover la productividad y la elección de hardware en el campo de la inteligencia artificial.

El software de Nvidia, conocido como CUDA, ha sido una parte fundamental del éxito de la compañía en el campo de la inteligencia artificial, con más de 4 millones de desarrolladores confiando en esta plataforma para crear aplicaciones de IA. Sin embargo, la coalición de empresas tecnológicas busca romper el cerco de Nvidia apuntando a su arma secreta: el software que mantiene a los desarrolladores atados a sus chips.

El proyecto de la Fundación UXL se centra en abordar los problemas informáticos más acuciantes dominados por unos pocos fabricantes de chips, como las últimas aplicaciones de IA y la informática de alto rendimiento. Además, planea ser compatible con el hardware y el código de Nvidia a largo plazo, lo que representa una amenaza significativa para el dominio de la compañía en este campo.

El creciente interés por desbancar a Nvidia se refleja en el aumento de inversiones en startups y proyectos de inteligencia artificial que buscan abrir agujeros en el liderazgo de la compañía. A medida que el mundo de la IA evoluciona, Nvidia se enfrenta a un desafío sin precedentes que podría cambiar el panorama competitivo en este sector clave de la tecnología.