Desde la implementación de un conjunto de medidas y la adopción de un enfoque ortodoxo por parte del nuevo Gobierno, se han comenzado a ver los primeros resultados en la economía argentina. Uno de los cambios más notables ha sido la actualización del tipo de cambio oficial, que pasó de $462 a más de $832 en tan solo dos días, y continúa subiendo debido a la actualización mensual del crawling-peg, alcanzando los $842.

Este incremento en el tipo de cambio oficial ha tenido un impacto significativo en la acumulación de divisas por parte del Banco Central, que ha logrado un saldo positivo de US$ 2.450 millones desde la devaluación. Aunque todavía existe un déficit considerable en las reservas netas, esta acumulación es un paso importante hacia la estabilización económica.

La política de sinceramiento del dólar ha sido fundamental para mejorar la competitividad del país en el mercado internacional. Además, esta estrategia ha sido bien recibida por los mercados, ya que el dólar paralelo apenas se ha elevado y la brecha cambiaria se ha reducido significativamente.

La diferencia entre el dólar oficial y el dólar libre, que ahora es completamente legal, es del 24%. Con respecto al dólar MEP, la brecha se reduce al 15,5%, y en el caso del Contado con Liquidación (CCL), la brecha ha caído por debajo del 10%. Estas son las cifras más bajas desde la implementación del cepo cambiario en 2019.

El Gobierno se encuentra cada vez más cerca de crear las condiciones necesarias para la liberalización y unificación del mercado de cambios. Para lograrlo, es crucial abordar la situación de los pasivos remunerados del Banco Central y encontrar soluciones concretas para la deuda comercial con importadores.

El Gobierno y el Banco Central han lanzado tres paquetes de medidas específicas:

  1. Reducción de la tasa de interés de la política monetaria al 100% nominal anual, lo que ayuda a reducir la deuda por pasivos remunerados.
  2. Implementación de una "escalera de tasas" para incentivar a los bancos a financiar al Tesoro, utilizando los pesos captados para cancelar Adelantos Transitorios.
  3. Lanzamiento oficial de los bonos BOPREAL para pagar las obligaciones en divisas con importadores y normalizar el comercio exterior.

Estas medidas apuntan a abordar los desafíos económicos heredados y sanear la situación financiera del país. Además, se ha anunciado un plan de reducción de déficit equivalente al 5% del PBI, con un 60% de ajuste en partidas del sector público y un 40% en partidas que afectan al sector privado, como retenciones y el impuesto a las Ganancias. El objetivo es lograr un déficit cero para diciembre de 2024.