En una revelación sorprendente, Diego Gavilán, reconocido exfutbolista y actual entrenador, compartió una experiencia personal que ilustra hasta qué punto puede llegar el fanatismo en el mundo del fútbol, incluso al dividir a una familia.

Gavilán, quien había debutado en la Primera División con Cerro Porteño en 1997 y había sido transferido al Newcastle United de la Premier League por una suma considerable, enfrentó una situación difícil al final de su carrera cuando decidió unirse al Olimpia, el eterno rival de Cerro Porteño.

El exjugador reveló que su decisión de unirse al Olimpia desencadenó un año entero de silencio por parte de su padre, quien era un ferviente seguidor de Cerro Porteño. A pesar de que Cerro Porteño era su primera opción y prioridad, la dirigencia del club no lo permitió, lo que llevó a Gavilán a aceptar la oferta de Olimpia.

Diego Gavilán explicó que, aunque había deseado regresar a Cerro Porteño, la negativa de la dirigencia lo llevó a considerar otras opciones, y fue su compañero y amigo José Saturnino Cardozo, quien lo persuadió para unirse al Olimpia.

Esta experiencia destacada de Gavilán muestra cómo el amor por un club de fútbol puede afectar las relaciones familiares y personales, incluso entre padres e hijos