Si bien no hubo detenciones pese a un despliegue importante de patrulleros que buscó interrumpir peleas y prevenir incidentes, la madrugada del domingo mostró un panorama violento y preocupante en el centro de la ciudad a partir de corridas, enfrentamientos entre grupos de jóvenes, y chicas y chicos alcoholizados en las veredas.

La mayoría de estos episodios se vieron entrada ya la mañana, cuando se produjo la salida de los locales bailables, y fundamentalmente en la zona de la plaza central. Allí hubo corridas que, en muchos casos, no llegaron a volverse grescas por la presencia policial, aunque en otros llegaron a cruzarse golpes. Pero en lugares como el veredón del Museo, sobre la calle San Martín, se produjeron peleas entre varios jóvenes que dejaron heridas sangrantes en el rostro de los participantes.

En otros lugares la atención se centró en chicos y chicas alcoholizados, como en Rivadavia a metros de Dorrego, donde una joven fue auxiliada por dos amigas y por otras personas que pasaban por el lugar ya que quedó tirada sobre la vereda prácticamente inconsciente. Allí llegó a acercarse personal policial para interiorizarse de la situación.

Otra postal que causaba asombro para peatones y automovilistas fue la rampa del Hipermercado Carrefour, donde un joven de corta edad se recostó a dormir a raíz de un evidente estado de ebriedad.

Mientras que en esquinas como General Paz y Rivadavia fueron los patrulleros policiales los que marcaban una presencia inusual, cruzados para evitar el tránsito o bien siguiendo la desconcentración de jóvenes que abandonaban los boliches.

Las escenas que se vieron en la madrugada de ayer, lejos de conformar imágenes singulares, se han vuelto comunes en la zona céntrica los fines de semana, aunque en mayor medida los sábados a la noche y domingos a la madrugada, y revelan que detrás de estas situaciones se encuentra el grave problema del alcoholismo y las drogas, tanto en jóvenes como en adultos.

El domingo 23 de este mes psicólogas de los Centros de Prevención de Adicciones (CPA) explicaron a EL POPULAR Medios que está tan naturalizado el consumo de alcohol que se pone el grito en el cielo cuando "a un chico lo detiene la policía o lo levanta una ambulancia. Desde ese lugar aparece la preocupación".

Asimismo, se advirtió que "ha disminuido la edad de consumo" y se admitió que "generalmente escuchamos hablar de los jóvenes en situaciones de este tipo, crisis o situaciones de violencia o de consumo desmedido".