Su vida es escribir historias
Marcela Guerty, actriz y guionista, fue designada madrina de la Cena Solidaria. La olavarriense por adopción, que escribe las historias de novelas que todos vemos por televisión, siente placer por volver a su ciudad y poder ayudar.
Marcela Guerty es la madrina de la Cena Solidaria que esta noche se llevará a cabo en el CEMO. Olavarriense por adopción, guionista, vive en el mundo del arte desde hace muchos años. Rodeada de actores, de músicos (inclusive estuvo casada con Lito Vitale, con quien tiene su hijo Jano, de 7 años. Pero ahora está en pareja, y muy feliz, con el actor Pablo Lima), en estudios de televisión o entre libros.
Así es, más o menos, la vida de Marcela (Geraghty se escribe, en realidad, su apellido), de 44 años, hoy disfrutando de su trabajo, y más precisamente en su departamento en el corazón de Capital Federal.
Vivió hasta 1982 en nuestra ciudad, en su ciudad. "En los departamentos frente al colegio San Antonio. San Lorenzo 2420, quinto piso. Mi papá (Charly Geraghty) era anestesista, junto con el doctor Capilla. Después se separó de mi mamá (Marta Zabalza) y después nos vinimos a Buenos Aires", cuenta Marcela, quien tiene cuatro hermanos: Patricio, Eugenia (actriz), Santiago y Cecilia, así como Felipe y Federico, por parte de su papá.
"Me vine a Capital en el 82, justo para la Guerra de Malvinas. Me acuerdo que mirábamos con Celia Fernández cómo pasaban los trenes con los soldados y como vivíamos al lado de la vía, los saludábamos sin terminar de comprender qué pasaba. Yo tenía 14 años e iba al Colegio Nacional, y después me cambió la vida porque para ir a la escuela tenía que tomar dos colectivos y el subte. Fue un cambio muy fuerte, pero me adapté, aunque un poco a las patadas. No conocía a los profesores y no tenía amigos, fue empezar otra vez. Inclusive tenía que vestirme con uniforme en el colegio. Fue un choque muy grande para mí", cuenta Marcela en la charla telefónica.
"En el secundario era una alumna muy buena. Tenía un promedio de 9,99 en el ciclo básico. No me costaba estudiar y en un momento pensé en estudiar medicina, como me decían en la familia. Pero un día fui a ver una obra de teatro en el colegio y realmente me partió la cabeza. Averigüé todo en Arte Dramático y empecé a estudiar allí", agregó.
-¿Qué te dijeron en la familia?
-Estaban todos preocupados. Me preguntaban de qué iba a vivir. Pero todo eso me importó muy poco, en realidad. Igualmente, ellos estaban todos asustados. Al principio no entendía mucho que digamos, pero me cayó la ficha porque no tenía ningún referente en ese ambiente. El clown estaba bueno, lo reconozco. Pero seguí.
-¿Cuándo fue tu primer trabajo?
-Fue cuando actué en la tele. Es que el Conservatorio no enseña para salir actuando enseguida. Se dio cuando llevé para cobrar una factura de efectos especiales, había un casting, me preguntaron si quería actuar, dije que sí y quedé. Se dio así nomás. Fue en un capítulo de "Grande Pa", me preguntaron, dije que sí y me metí. Era una novela de Lecouna.
-¿Y a escribir, cuándo comenzaste?
-Empecé en televisión, trabajando en el guión de "Culpables", con Campanella y Fernando Castex. También fue de casualidad, porque yo conocía a Eduardo Blanco y se hizo una gira por San Juan. Hice una prueba y a partir de ahí se dio lo de Pol-Ka, que después me contrató porque me ofreció trabajar por algunos años.
-¿Ahora, qué estás haciendo?
-Estuve haciendo "El hombre de tu vida", también con Campanella, que se terminó de escribir este año. Hay mucho trabajo de guión, son como muchas películas. Y también estoy trabajando en una película, es una comedia romántica, algo totalmente diferente a lo que estoy acostumbrada a hacer. Hacer "El hombre..." era estresante, porque siempre hay tiempos de entrega del trabajo, del guión. La novela va todos los días, es una carrera contra el reloj y todos los días hay una historia. Lo hago y me quema la cabeza, ya que cada día se va cambiando la historia si algo anda mal en rating. Es que todo depende del rating.
-¿Te gusta volver a Olavarría?
-Claro que sí. Me encanta. Fui hace un año. En 2007 falleció mi papá, pero después se me hizo triste ir a Olavarría, aunque es una ciudad que quiero mucho. Yo nací en Buenos Aires, pero al año de vida mis padres me llevaron a Olavarría, y tengo muy adentro la infancia, el Jardín de Infantes Nº 1, la primaria en la Escuela Nº 17, el secundario en el Nacio, ir a Estudiantes para las clases del Club de Niños o los campamentos. Aunque ahora vuelvo para algo muy especial como esta cena solidaria. Se puede ayudar de distintas maneras a la gente mayor y es bueno tomar contacto con las distintas etapas de la vida. A mí me ayudaron y ahora devuelvo algo sobre otros. Es que lo que uno da, siempre vuelve.