El AI Pin, concebido como una alternativa sin pantalla al smartphone, ha generado expectativas significativas desde su presentación. Sin embargo, tras llegar a manos de sus primeros usuarios, las críticas no se han hecho esperar, revelando serias deficiencias en su funcionamiento y utilidad.

Medios especializados como The Verge, Engadget y Wired coinciden en su veredicto: el AI Pin no cumple con las expectativas planteadas y está muy lejos de ser una alternativa viable al smartphone. Según Marques Brownlee, reconocido crítico tecnológico, el AI Pin es "el peor producto que he analizado jamás", enfatizando en su falta de utilidad y rendimiento inferior en comparación con los smartphones tradicionales.

Uno de los principales problemas señalados es la interacción lenta y errática del dispositivo. Los usuarios experimentan una importante latencia en las respuestas, junto con errores frecuentes que dificultan su uso cotidiano. Además, la ausencia de pantalla limita las opciones de interacción, relegando la experiencia del usuario principalmente a comandos de voz, los cuales tampoco son siempre efectivos.

A pesar de contar con características llamativas, como un picoproyector para mostrar información en la mano, el AI Pin carece de funcionalidades básicas y su utilidad real se ve cuestionada. El elevado precio de 699 dólares, sumado a una suscripción mensual de 24 dólares, agrava aún más su decepcionante desempeño.

Expertos como Steve Troughton-Smith comparan el AI Pin con productos similares, como las Vision Pro, señalando que ambos plantean ideas interesantes pero aún no representan el futuro deseado. Aunque existe la posibilidad de mejoras en futuras iteraciones, la tecnología actualmente disponible parece insuficiente para hacer del AI Pin una alternativa viable al smartphone.

El AI Pin ha llegado demasiado pronto al mercado, evidenciando su falta de preparación tanto en hardware como en software. Aunque el futuro podría traer avances significativos en la tecnología de IA, por ahora el AI Pin se enfrenta a críticas abrumadoras y un futuro incierto en el competitivo mercado de dispositivos inteligentes.