Las fuertes precipitaciones que azotan el sur de Florida continúan generando estragos y mantienen en alerta a las autoridades locales. Los avisos de inundaciones persisten tanto en Miami-Dade como en el condado costero de Broward, donde como medida preventiva, se suspendieron las actividades escolares el jueves 16 de noviembre.

La vida cotidiana se ve sumida en el caos con calles anegadas que dejan a varios conductores varados, cierre de comercios, colegios afectados, edificaciones colapsadas y árboles derribados.

De acuerdo con informes del Servicio Nacional de Meteorología de Miami, los vientos no disminuyeron su intensidad durante la tarde del miércoles 15 de noviembre, alcanzando velocidades de hasta 40 millas por hora. Este fenómeno, sumado al fuerte oleaje y la marea alta, causó problemas entre las embarcaciones atracadas en lugares como Fort Lauderdale.

En la madrugada del miércoles 15 de noviembre, la embarcación Carrie B se desató sorpresivamente del muelle, siendo llevada a la deriva por las ráfagas. Sin rumbo fijo, chocó con un yate aún amarrado, resistiendo las inclemencias climáticas. A bordo de la embarcación se encontraban dos personas que, aunque no resultaron heridas, vivieron el impacto del crucero. El Carrie B también habría golpeado un velero antes de colisionar con el yate. La situación generó preocupación entre los presentes, quienes resistieron la lluvia hasta que la embarcación fue devuelta al muelle.

El Carrie B, una atracción turística destacada, realiza recorridos a lo largo del año desde el New River Docks en el centro de Fort Lauderdale hasta el Intracoastal Waterway, ofreciendo vistas de las mansiones de celebridades. Cuenta con una amplia terraza donde los visitantes pueden disfrutar del paseo bajo el sol durante aproximadamente una hora y media.

Aunque parece que lo peor del mal tiempo ha pasado, especialmente en los condados de Miami-Dade y Broward, los pronósticos del Servicio de Meteorología indican una disminución en la intensidad de los vientos, aunque las condiciones aún se consideran peligrosas. Además, se mantiene la presencia de vientos huracanados en el Atlántico. Hasta la tarde del jueves, persiste la alerta por ráfagas de viento en Palm Beach y se reportan inundaciones repentinas en Pembroke Pines y Fort Lauderdale.