Aceptar la divertida diversidad alienígena
Sebastián Lindner
@sebaslindner
Especial para EL POPULAR
(La crítica no contiene spoilers)
En algún lugar de la galaxia vive una civilización alienígena de pacíficos y tiernos pequeños seres que se hacen llamar "Boovs". Son parecidos a pulpitos, que cambian de color de acuerdo a sus sentimientos, hablan de manera bastante extraña inventando palabras y con una gran habilidad para huir de las situaciones peligrosas. Y hace rato que una raza de alienígenas bastante agresiva, llamados Gorgs, los persigue a donde sea que vayan. La Tierra, nuestro planeta, será su próximo destino para ocultarse, y entre todos los Boovs que vengan a conquistar la Tierra, vendrá uno en particular que cambiará el destino de su raza y de nuestro hogar también.
Este pequeño ser se llama "Oh" (voz original de Jim Parsons, Sheldon de "The Big Bang Theory") porque cada vez que irrumpe en algún lugar todos dicen "Oh" ya que suele mandarse muchas macanas. Y luego de meter la pata muchas veces conocerá a una niña humana con el sobrenombre de "Tip" (Rihanna) que está buscando desesperadamente a su madre (Jennifer Lopez), que fue transportada por los Boovs, junto con el resto de la humanidad, a una especie de campo gigantesco de refugiados (extrañamente parecido a un parque de diversiones) en Australia.
Detrás de esta simpática y sencilla película infantil, con una marcada presencia femenina, se encuentra DreamWorks, la famosa productora detrás de los éxitos de Shrek y Madagascar y el experimentado realizador Tim Johnson ("Vecinos Invasores", "Hormiguitaz"). Se nota la presencia de la productora en la calidad gráfica de las animaciones a las que nada se les puede reprochar, realmente son muy buenas, pero el humor, esta vez es demasiado infantil y básico, ideal para los niños, no tanto para los mayores que los acompañen al cine.
El guión se podría ver como una especie de modernoso homenaje a "E.T. el extraterrestre" con pizcas de la más actual "Lilo & Stich" que deja de lado los diálogos ingeniosos para apoyarse en un humor basado en el más puro slapstick (comedia física) que tanto les gusta a los más pequeños y que se origina al principio a partir del desconocimiento del extraterrestre por los objetos y costumbres humanas. Con una banda sonora que no pasa desapercibida y un excelente diseño de los personajes, "Home: No hay lugar como el hogar", se sale del clásico tópico tantas veces explotado en películas de este tipo, donde hay buenos y malos bien diferenciados. Aquí, se apuesta por llegar a entender y comprender al otro, sus motivaciones y sus problemas desde la tolerancia y el respeto a las culturas diferentes. Una visión del mundo interesante para que los niños vayan incorporando a través del cine. Peliculómetro: 67%