El ministro de Economía, Luis Caputo, abordó este viernes el déficit de cuenta corriente por USD 5.200 millones informado esta semana por el Indec durante su intervención en el congreso Somos Pymes, en La Rural. “Es algo absolutamente razonable y hasta sano para una economía que está creciendo al 6%”, dijo. También reafirmó que “el tipo de cambio flota” sin intervención oficial, y defendió tanto la apreciación del peso como el esquema cambiario puesto en marcha tras el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI).

Caputo señaló que el déficit externo se debe al aumento de la inversión y a la recomposición de capital en una economía que, según sus palabras, estaba “totalmente descapitalizada”. Aseguró que la formación bruta de capital se incrementó un 31,8% y atribuyó parte del déficit comercial del primer trimestre a un adelanto en las importaciones realizado por empresas ante el temor de una devaluación luego de la salida del cepo. “Nosotros dijimos que íbamos a salir de las restricciones cambiarias cuando no fuera una situación de estrés para la gente. Y salimos. No hubo ningún estrés. El dólar cayó. Tendió a converger más hacia el precio del dólar oficial”, señaló el titular del Palacio de Hacienda. En ese sentido, destacó que la inflación mayorista bajó al 1,5% y que el índice de precios mayoristas más reciente mostró una deflación. También diferenció el actual déficit externo de otros del pasado, al subrayar que “ya no financia más déficit del sector público, es déficit privado”, y puso como ejemplo una compra de maquinaria agrícola con dólares ahorrados. “Eso computa como déficit de cuenta corriente, pero el país está mejor si esos dólares se transforman en inversión productiva”, argumentó.

Durante su exposición, Caputo subrayó que los pilares del programa económico no se limitan al ajuste fiscal. Cuestionó las críticas que alertan sobre una recesión profunda y defendió el desempeño de la actividad económica. “El Estimador Mensual de Actividad Económica de diciembre de 2024 contra diciembre de 2023 subió 6%”, afirmó. Además, sostuvo que el nuevo modelo evitó una crisis y que el ajuste fue absorbido por el Estado, no por el sector privado.

El ministro destacó que el país logró un superávit fiscal financiero, lo cual, dijo, solo alcanzaron cinco países en el mundo. Señaló que muchos pronosticaron una crisis inflacionaria o una inminente devaluación tras la salida del cepo. “Decían que no pasábamos de marzo, que no pasábamos de abril. Después dijeron que la inflación no podía bajar de ocho, después de cuatro, de tres, de dos. Hoy estamos en deflación”, sostuvo.

También cargó contra economistas y periodistas, a quienes responsabilizó de sembrar temor entre empresarios. “Muchos les gritaban a ustedes: ‘corran, que va a explotar’”, expresó. Remarcó así la relevancia del frente comunicacional para explicar el programa económico, al que describió como “muy sofisticado”, por contener elementos fiscales, monetarios, financieros y cambiarios. En ese marco, respaldó el rumbo adoptado por la gestión de Javier Milei, señalando que su gran diferencia con otras administraciones es la voluntad política de evitar una crisis mediante el mantenimiento del equilibrio fiscal y monetario. “Argentina tuvo déficit fiscal en 113 de los últimos 124 años. Nosotros evitamos una crisis y el ajuste lo hizo el sector público”, subrayó.

Según el funcionario, los salarios reales ya están un 15% por encima de los niveles de noviembre de 2023 y crecieron más de 150% en dólares. Aseguró que, a diferencia del pasado, esta vez la economía logró crecer a la par de una reducción del gasto público. “No hay prácticamente antecedente de un ajuste del 30% del gasto que traiga aparejado una recuperación como esta”, afirmó.

Asimismo, el ministro resaltó una serie de medidas a favor de las pymes, como la suspensión de embargos durante 2024, moratorias con planes de hasta 60 meses y la reducción del 50% en las tasas de interés de la AFIP. Además, destacó la eliminación o disminución de derechos de exportación para más de 4.400 productos, la apertura de mercados agroindustriales y mejoras en los regímenes de importación y exportación simplificada.

En su mensaje a los empresarios presentes, Caputo afirmó que el Gobierno no diferencia entre grandes compañías, pymes o sectores determinados. “Queremos crear condiciones para que cualquiera se pueda desarrollar, desde un emprendedor hasta una gran empresa”, aseguró. Aunque también advirtió que muchos aún no abandonaron el “chip” del modelo económico anterior y esperan una devaluación para lanzar sus inversiones.

Por otro lado, criticó a gobernadores e intendentes que aprovechan la mayor recaudación para subir impuestos. Reiteró que el objetivo del Gobierno es bajar la carga tributaria, desregular la economía y fomentar la competencia. “Si el país crece al 6% anual durante seis años, les vamos a devolver al sector privado más de 420 mil millones de dólares en baja de impuestos”, proyectó.