El ingreso al país de carne comenzó tímidamente a mediados del año pasado. En octubre de 2024 entraron 360 toneladas, en diciembre 863 toneladas y desde el arranque de este año se pegó un salto significativo hasta alcanzar las 1.624 toneladas en abril. Se estima que el dato de mayo será muy superior a ese último registro.

El mes pasado entraron desde Brasil 1.294 toneladas de carne congelada con hueso y otras 70 toneladas de carne fresca deshuesada. Desde ese país entró entonces el 85% del total de las importaciones.

Según los registros oficiales, esos envíos de carne extranjera implicaron la salida de casi 4 millones de dólares mensuales. Esto significa un precio promedio de importación cercano a 2,5 dólares por kilo, contra el cual resulta imposible competir para los productores argentinos.