El Gobierno nacional impulsa el cierre de 60 sucursales y centros PyME.
Desde sectores de la oposición, se sostiene que la decisión podría ser un paso previo a una eventual privatización.
Los cambio estructurales en el Banco Nación se encuentran incorporados al Plan Estratégico 2024-2027 del BNA, que plantea una reducción de estructuras físicas para privilegiar la atención digital y la reestructuración de personal. Según cifras oficiales, en diciembre de 2024 el banco contaba con 769 sucursales y centros de atención. La meta es bajar ese número por debajo de las 710.
De acuerdo a la información oficial, el recorte permitiría un ahorro mensual de aproximadamente 139 millones de pesos.
Otra línea del ajuste apunta directamente al sistema de atención a pequeñas y medianas empresas. Actualmente, el Banco Nación cuenta con 45 Centros de Atención PyME Nación (CAPN), de los cuales 14 operan en inmuebles alquilados. La nueva estrategia elimina este esquema físico y propone un sistema itinerante, donde ejecutivos de cuenta visiten a los clientes.
El abandono de los locales alquilados permitiría reducir costos por unos 30 millones de pesos al mes.
Desde el Gobierno argumentan la justificación de las reducciones en sucursales en que la mayoría de las operaciones ya no requieren atención presencial. Según datos del banco, el 98% de las transacciones se realizaron en mayo a través de canales digitales.
En paralelo, las operaciones de tesorería que obligan a asistir a una sucursal se reducen un 25% interanual. Este cambio, promovido por la migración de servicios al entorno online, permite «operar sin papeles, sin horarios y sin traslados», remarcan desde el BNA.