La reforma que endurece el acceso a la ciudadanía italiana, afectando a miles de argentinos, avanzó un paso más hacia su aprobación. El Senado dio luz verde al decreto propuesto por el gobierno de Giorgia Meloni, que redefine los criterios para el reconocimiento de la ciudadanía. El proyecto pasará ahora a la Cámara de Diputados, donde se espera una rápida aprobación, dado el control oficialista. El decreto limita la transmisión automática de la ciudadanía, permitiendo que solo los descendientes directos (padres o abuelos) de italianos puedan reclamarla, eliminando así el derecho automático que existía para generaciones más alejadas.