Los senadores renovadores Carlos Arce y Sonia Rojas Decut, conocidos por su cautela al expresar posiciones, se convirtieron en las piezas clave para bloquear la ley de Ficha Limpia en el Senado. Pese a su respaldo inicial en Diputados y reiteradas afirmaciones de apoyo, ambos votaron en contra en la sesión decisiva, sumándose al kirchnerismo para frenar la iniciativa que impedía a candidatos con condenas en segunda instancia acceder a cargos públicos. El rechazo sorprendió a muchos, especialmente por las presiones de último momento desde la Casa Rosada y la aparición de un dictamen de minoría del kirchnerismo que complicó las expectativas de aprobación. Finalmente, el proyecto cayó con 36 votos a favor y 35 en contra, sin posibilidad de desempate.