Con la premura por ganarle al clima, visitantes llegados desde otros puntos de la región -Azul, Tapalqué y Cacharí- y del país -Puerto Madryn y La Pampa-, pudieron apreciar un espectáculo acotado en virtud de la probabilidad de lluvias que perturbó el desarrollo del programa anunciado en las últimas horas, que además debió ser diferido en un día por las mismas causas.

La persistencia del clima inestable anunciado desde el Servicio Meteorológico Nacional (SMN) fue el dato tenido en cuenta para dilatar la realización el evento y suspender los actos que demandaban mayor soporte técnico. Por esa razón, fueron postergadas las actuaciones de los grupos corales "A Viva Voz" y "Cantares", así como el cierre a cargo del grupo folklórico Los Inti.

Ya en el acceso a la localidad serrana, en el cruce con la ruta nacional 226, pasadas las 20 sorprendía a quienes han participado más de una vez del evento la soledad del control policial apostado junto a una ambulancia en el lugar, cuando en la edición anterior a esa hora ya se había formado una caravana de automóviles que culminaba en el epicentro de la Fiesta.

La actividad anunciada comenzó a las 19.30 con la tradicional misa de Reyes, a cargo del padre Argentino Lauría. Pero luego la comisión organizadora decidió paralizar el organigrama por un rato ante el temor de nuevas precipitaciones. Pasadas las 21.10 el locutor Marcelo Manolio dio paso a un grupo de salsa que movilizó a los presentes con ritmos caribeños. Poco después sería el turno de Karina Bettiga, con parte de su repertorio. La artista local cerró su número cantando a dúo con su hermano Cristian.

Con la presencia detrás del escenario de Diego Lurbe, subsecretario de Cultura municipal, pasadas las 21.40 comenzó la recreación del Pesebre viviente. Minutos antes, con la ayuda de una pantalla gigante se difundió un audiovisual que explicaba la historia de la bajada de los Reyes Magos con imágenes de ediciones anteriores y de las bellezas naturales de Sierras Bayas.

Finalizado este prólogo se dio inicio al Pesebre, revivido con imágenes en vivo en la pantalla gigante, mientras los más chicos comenzaban a agolparse junto a la valla con sus caritas expectantes.

La concurrencia fue estimada por Marcelo Fabián Petehs, titular de Defensa Civil, en poco más de 3.000 personas. Un claro indicio de que se esperaba mayor afluencia de público fue la gran cantidad de chorizos crudos que quedaron colgados -tanto en la cantina ubicada en el veredón del Colegio Secundario como en la de calle Rivadavia- a la espera de convertirse en "choripanes", que son festejados con otra fiesta popular también en Sierras Bayas. También el estacionamiento, proporcionado por la fábrica y con entrada frente a la estación de servicio, no se vio colmado como el año anterior.

Según pudo constatarse en el lugar, muchos sierrabayenses manifestaron su descontento con la concreción de la Fiesta a pesar del clima poco amigable, hecho respaldado además por la directora de Turismo comunal, Cecilia Alves, quien ha participado activamente en la comisión para darle al evento su actual brillo.

La llegada de Melchor, Gaspar y Baltasar por la calle Alfonso Aust comenzó alrededor de las 22.15 y luego continuaron su recorrido por alrededor de la plaza principal, donde estuvo emplazada la Feria Artesanal. El itinerario siguió luego por las calles Rivadavia, Colombo y Julio A. Roca. Según destacó Alves, los Reyes antes habían alegrado a los chiquitos internados en el Hospital de Pediatría por exclusivo pedido del director, Alfredo Waimann.

Una vez completada la imagen del pesebre con la llegada de los tres personajes bíblicos, a pesar del notorio descenso de la temperatura provocado por el viento, muchos chicos en compañía de sus familias pudieron ver materializada su fantasía a través de la magia desplegada por los Reyes Magos. En tanto, luego de que Baltasar leyera una cartita sobre el escenario, buena parte de los chicos recibió los regalos que fueron entregados hasta pasadas las 20 en el Salón Parroquial.

Al finalizar la entrega, el broche de oro fue puesto por una nueva participación de la cantante Karina Bettiga. El cierre llegó luego con el contraste entre el brillo de los fuegos artificiales y las nubes, que marcaron la 46ª edición de la Fiesta de los Reyes Magos.