CURIOSO VELATORIO EN PUERTO RICO
"Esto es un entierro de pueblo. Ha venido gente de toda la isla. Algunos se montaron en el taxi con él y se sacaron fotos y vídeos de recuerdo", dijo en entrevista telefónica su hija Generosa Pérez Torres, encargada de hacer cumplir la última voluntad de su padre.
En el interior del taxi, que fue estacionado en una funeraria, se podía observar a Pérez Cardona vistiendo gabán, corbata y sombrero mientras sus manos se aferraban por última vez al volante del vehículo.
Desde 2008 los velatorios inusuales han ido en aumento en la isla caribeña, donde ya se ha visto un joven montado en una motocicleta, otro con ropa de boxeador parado dentro de un cuadrilátero, una mujer recostada en una mecedora y un hombre sentado sobre una mesa con las piernas cruzadas y un cigarro en la boca, entre otros.
UNA ESTATUA DE ORO
Una imponente estatua de oro del presidente de Turkmenistán, Gurbanguly Berdymujamedov, fue inaugurada ayer en Ashjabat, una iniciativa que recuerda al culto a la personalidad que ya profesaba su predecesor al frente de esta ex república soviética de Asia central. La estatua, de 21 metros de altura, representa al presidente de Turkmenistán en la cima de un peñasco, a lomos de su caballo favorito, Akkan, y con una paloma en la mano derecha.
El monumento recuerda al "Caballero de bronce", la estatua del emperador ruso Pedro el Grande en San Petersburgo. Fundido en bronce y recubierto de capas de oro, se trata del primer monumento a la gloria de Berdymujamedov. Su predecesor, Saparmurat Niazov, ya mandó erigir una estatua de oro en su honor, giratoria, para que quedara siempre de cara al sol. Hoy está relegada a las afueras de Ashjabat, la capital del país.
Antiguo dentista, Gurbanguly Berdymujamedov alcanzó el poder en 2006 tras la muerte de Niazov. Este último fue objeto de un verdadero culto e incluso hizo renombrar los meses del año a partir de los nombres de sus familiares.
Durante la inauguración de la estatua, a la que el presidente no asistió, la presidenta del Parlamento, Akdja Nurberdieva, afirmó que el monumento se había levantado a petición de "gente corriente, colectivos profesionales y organizaciones públicas".