Elena Caprani, docente de inglés, explicó que "esto comienza cuando me inscribí en un programa del British Council, en un programa que se llama Connective Clasrrooms. A alguien le interesó el perfil de la escuela y me contestó Nadia y no nos imaginábamos que vendría hasta aquí", con lo cual la recibieron con ganas para intercambiar proyectos que se llevan a cabo en las otras "Escuelas Hermanas" de Río de Janeiro, Nigeria, India, Londres y Olavarría, lugares diversos y lejanos, pero con algo en común: las ganas de compartir experiencias educativas.

"Nuestro proyecto principal que atraviesa a todos los demás está vinculado con la identidad", explicó la francesa que se niega a contar con nacionalidad británica porque "no quiero ser un objeto de la reina. Yo estoy con la República, no con la Monarquía", asegura.

"Nos preguntamos cómo se ven los estudiantes a sí mismos, cosas como quién soy, qué hago, cuál es mi cultura, que voy a hacer con mi cultura, cuál es mi identidad. Ese es el tema básico de todos los proyectos porque esto define su personalidad", explicó.

Uno de los trabajos que compartió es el realizado en la escuela india, consistente en la toma fotográfica de los estudiantes junto a un objeto que signifique algo para ellos. "Además de la fotografía escriben algo acerca de ese objeto elegido, algo que cuente una historia. Y esa elección sin duda tiene que ver con su identidad, con lo que quieren, lo que les gusta, lo que son. Se sacaron fotos con ositos de peluche, otros con una botella de plástico con agua, con una bandera, una flor. Cuando les pregunté por qué la botella es importante para vos, el joven me dijo que ‘porque en el futuro tomar agua será mucho y mucho más difícil para las próximas generaciones. Entonces mi objetivo es la botella de agua porque representa un problema que deberemos solucionar para poder vivir mejor en nuestro planeta’ ".

Los jóvenes también eligieron objetos como celulares, cajas de plástico con una bola adentro que representa el plante encerrado por tanta polución. "Son temas importantes porque parte de su identidad es pensar en el futuro del planeta, comprometerse con el medio ambiente. Este proyecto artístico implicó cubrir toda una pared con las fotos y mensajes que ellos escribieron". Y generó un alto impacto la muestra en la escuela local.

Ideas globales

El segundo proyecto tiene que ver con un libro muy especial. Se trata de compilar cuentos redactados por los estudiantes de las diferentes escuelas, ya sea redactados en ingles como en su propio idioma. Los cuentos sobre la identidad con sus respectivas ilustraciones serán parte de un libro nuevo. "Con él participaremos de una competencia internacional de Arte y Literatura. Pero el libro además será impreso -por suerte no es muy costoso- y podremos luego hacer copias para cada escuela de los chicos que escribieron".

El tercero, original y novedoso, se trata de realizar una "cápsula del tiempo", tarea que compartirán con maestras de ciencias naturales. "Consiste en que los chicos se escriban cartas a sí mismos, pero a ellos como adultos, como si hoy de adolescentes le escribieran a su yo de 60 ó 70 años, le mandan una carta a ese hombre o mujer adulto. Allí redactan quiénes son, qué quieren, qué buscan, qué les pasa hoy. Se juntan cartas de los miembros de la familia a estos supuestos adultos, no se abren y se ponen en una cápsula que luego se entierra. Esa cápsula se abrirá dentro de los años que ellos determinen, por ejemplo en 2056... por nombrar una fecha". Previendo que esto durará en el tiempo, en ese momento se contactarán a las autoridades de la escuela, de la ciudad y con los propios protagonistas o sus familiares para abrir esa cápsula y compartir los sentimientos, necesidades e inquietudes de los jóvenes del 2015. "Todas las cápsulas de tiempo están registradas en Atlanta, Georgia. Es un proyecto sumamente atractivo", opinó Nadia Kitouni.

El cuarto proyecto está relacionado con la necesidad de producir los propios alimentos. Como docente de "Tecnología y Diseño de la Alimentación", la profesora pensó en crear un libro de recetas, en diferentes idiomas, con las comidas caseras de cada país. "Una vez que tengamos recetas de comida, no las de Internet, sino de lo que se come en cada lugar, haremos un libro. Deben ser recetas de comida natural y casera. Buscamos comida saludable para mejorar el futuro de la alimentación. Queremos ser capaces de comer nuestra propia comida", y por eso piensa en la necesidad de sembrar, para favorecer los cultivos naturales y saludables. "Que cada uno produzca su propio alimento, usar bien la tierra. Y para eso queremos enseñar a hacer esto en cada "escuela hermana". Sabemos que también habrá inconvenientes para las próximas generaciones con la comida y los gobiernos no toman conciencia de esto".

Nadia Kitouni tuvo tiempo y espacio para el elogio a los docentes y autoridades de la Escuela Secundaria Nº 6, que abre sus puertas e invita a los estudiantes que quieran realizar la interesante orientación de Lenguas Extranjeras. Y aseguró que desde que puso un pie en la Argentina se siente "como en casa".

Escuelas ricas y pobres

Cuando conoció la Escuela Secundaria Nº 6, Nadia quedó asombrada por la calidad educativa de los docentes. Sin embargo, hay algo que no comprende: las condiciones edilicias en las que enseñan. "¿Por qué el Estado se va desentendiendo de sus escuelas?", se pregunta, con la promesa de que en el próximo viaje averiguará más sobre este aspecto. ¿Por qué dos escuelas comparten el mismo edificio? Sin embargo, qué bien se trabaja y qué poco hace el estado por el mantenimiento del lugar". Lo dice desde la autoridad que se da trabajar en una de las escuelas más pobres de Londres, pero con espacios limpios, prolijos, computadoras, servicio de Internet y libros para todos.

"Nosotros pensamos en la Argentina, en una economía mejor, sabemos de las buenas escuelas, la cultura es excelente, el desarrollo parece bueno y cuando vengo a las Sisters Schools, veo el nivel de la educación que tienen los docentes, pero no es acorde a los edificios. Es una contradicción. Cuando vuelva a Londres, voy a decirles a mis colegas y directivos ‘¡no se quejen! Tenemos todo’ ", subrayó.

Al mismo tiempo, comentó sobre el ingreso de los docentes a las escuelas públicas. "Tenés que ser muy bueno, excelente, capacitado para poder enseñar en una escuela estatal, que no sucede tanto en escuelas privadas o religiosas. Si enseñás en una escuela de Londres, tu nivel es realmente bueno, porque las escuelas toman las poblaciones más difíciles y merecen una buena educación".

Nadia Kitouni asegura que "si una escuela no tiene nada pero tiene mucho conocimiento en sus docentes para transmitir, entonces es una escuela rica. Así es la Secundaria 6". Y así considera a su propia escuela, The Royal Docks Community School.