En Olavarría hay cuatro huertas comunitarias de las cuales dos ya están en notable avance, una en el barrio Eucaliptus y la otra en Matadero, donde comenzarán con el segundo ciclo de cultivos. En tanto que se proyectan nuevas en otras zonas de la ciudad.

Para Aldo Andreucci -referente del proyecto y de esta agrupación autogestiva que se integra con varios voluntarios-, la agroecología y la sustentabilidad son "banderas para la lucha por las soberanías", de ahí que esta propuesta encuentra tanta aceptación en la gente.

Lo que se busca es "generar autonomía para la gente, que pueda tener soberanía alimentaria, comer alimentos sanos y trabajar en armonía con el suelo", sostiene Aldo Andreucci, diplomado en agroecología y quien lleva adelante este proyecto enmarcado en la agrupación solidaria "Corazones de barro".

En este camino, la propuesta ofrece herramientas y capacitaciones en cada una de sus etapas. "Son desarrollos para el bienestar de la gente", sintetiza Aldo, quien trabaja en conjunto con militantes sociales, instituciones de distintos barrios y vecinos que van sumándose a partir de la experiencia.

La iniciativa comenzó a tomar forma en octubre del año pasado, cuando en el barrio Eucaliptus nacía la primera de estas huertas. El desarrollo de esta huerta "es un trabajo conjunto con Juan Martín Sisti, un militante popular que tiene mucha fuerza y empuje y que también tenía contacto con el barrio Matadero donde nos abrieron las puertas las chicas de Casa Valeria. Con Juan Sisti también llegamos al barrio 12 de octubre", donde la huerta ya está cercada y con el trabajo de zanjeo para el agua realizado. Esta semana ya comenzarán con el trabajo de canteros y cultivos.

"La idea en ese barrio es generar que vecinos de zonas aledañas se acerquen y que lleven el desarrollo a eso barrios, tales como Lourdes, Coronel Dorrego, Trabajadores y El Progreso. Así tratamos de ir por zonas".

El objetivo, además, es instalar estas propuestas "en barrios donde haya un comedor funcionando" y ya hay tratativas para instalar huertas comunitarias también en los barrios Trabajadores y Coronel Dorrego.

La satisfacción que da impulso a las huertas comunitarias "pasa por ver que la gente empieza a entender cuál es el camino que hay que llevar, hay una dicotomía muy grande, la sociedad de consumo está generando destrucción del ambiente producto de una ambición desmedida. Salir de ese colapso es necesario y se revierte cuidando el entorno, estando más cerca de la naturaleza, escuchando los ciclos naturales. Entonces, se trata un poco de generar una concientización".

Por etapas

Quienes llevan adelante la iniciativa de huertas comunitarias forman parte de una agrupación autogestiva, es decir que intentan generar los recursos que permiten sostener este proyecto y hacerlo crecer.

La iniciativa cuenta con cuatro etapas dentro de un plan general de soberanía alimentaria donde las huertas agroecológicas son la primera parte, de ahí se desprende la huerta familiar, ya que muchas personas trasladan la propuesta a su propio hogar y –claro está- a menor escala. "En la huerta comunitaria se trabaja con compostaje".

La segunda etapa es la introducción de frutales, como lo que se va a desarrollar en barrio Eucaplitus y Matadero que tienen su segundo ciclo de cultivos.

Una tercera etapa es el armado de invernaderos que posibilitarán "reproducir y trabajar con la generación de plantines para huertas y su comercialización".

Y la cuarta etapa es el ingreso de la cría de ave de corral. Son los gallineros móviles en donde también se trabaja bajo el concepto de la agroecología a partir de lo que se llama "gallinas pastoriles, en donde gran parte de la alimentación del ave es con pasturas suplementando con pasta que se arma con verdura, hueso molido, pan y solo un 20% de maíz".

El plan completo lleva alrededor de cuatro años de desarrollo. Cada una de las etapas, además, está acompañada por capacitaciones: compostaje, reciclado, obtención de remedios naturales, reproducción de aromáticas forman parte del primer ciclo.

En la segunda etapa se ofrecen talleres de elaboración de dulces y conservas, frutos deshidratados y todo lo que derive de los frutales.

El tercer ciclo incluye talleres sobre la cuestión productiva y de valor agregado. En tanto que la última etapa es sobre el manejo y alimentación de aves de corral, y obtención de huevos y de carne.

El plan "está desarrollado en conjunto con mucha gente. Lo que necesitamos es que nos abran las puertas de los barrios. Ese trabajo lo hacemos con organizaciones sociales, agrupaciones, militantes barriales. Tratamos de que las huertas cubran las necesidades de los comedores de estas zonas, aliviar la problemática de la alimentación y ofrecer alimentos sanos. Son saberes que hemos tenido siempre pero que se han ido perdiendo. Y es una maravilla ver cómo se trabaja en estas huertas".

El 29 de este mes se incorporarán frutales. Habrá frutas de pepitas y carozos como peras, manzanas y ciruelos entre otros que la agrupación compró en Mendoza. Y por otro lado estarán los cítricos que se adquirieron en Entre Ríos.