"Coincidentemente estos suelos bajos, inundables, están caracterizados por poseer en su gran mayoría limitaciones físicas y químicas. Nos referimos a la estructura del suelo que al ser muy fina y débil, la capacidad de infiltración se ve reducida y en consecuencia el anegamiento de suelos y, a su pH alcalino en su gran mayoría de 9 respectivamente".

También apuntan que "ambas particularidades hacen que la producción de forraje en estos suelos se vea limitada, y es aquí donde el sorgo, por su gran elasticidad a las variaciones climáticas y adaptación a estas condiciones adversas del suelo, sea el cultivo elegido para lograr altos volúmenes de producción de pasto, constituyéndose así en un aliado para la actividad".

Así lo asevera el Ing. Alejandro Giaquinta, responsable de la chacra experimental Blanca Grande, sitio donde se llevó a cabo la jornada de campo. En la programación también participaron los ingenieros Gerardo Di Pino, Julia Martinefsky y Erica Andres.

Otra reflexión que hace Giaquinta es que "este cultivo puede generar grano aún sembrándose en suelos que no son netamente agrícolas, y que a pesar de ello nos asegura una provisión de alimento energético desde el mismo establecimiento de cría con un costo relativamente bajo. Esta situación permite al criador salir de la estructura comercial o de ventas del ternero al destete que siempre caracterizó a esta actividad, siendo que en la región pampeana en su gran mayoría, el destete se efectúa en los meses de marzo, abril y mayo con una gran oferta que desmerece el valor del ternero".

Es cierto también que en los tiempos que corren, el valor del ternero es "excelente" y su venta al destete no deja de ser un negocio brillante, pero no nos olvidemos que durante años el precio del ternero fue bajo y la venta se constituía en un negocio mediocre, apuntó el profesional.

Por su parte, el Ing. Ariel Melin de la chacra experimental de Pasman, ubicada en el Sudoeste de la provincia de Buenos Aires, coincide con la apreciación hecha y remarca que "la gran cantidad de híbridos existentes en el mercado brindan una oferta muy rica de sorgos para utilizar en un establecimiento donde realiza el ciclo completo (cría e invernada de la propia producción)".

Existen varios sorgos para utilizar en cada una de las etapas que comprenden el ciclo de cría e invernada, al mismo tiempo, e hilando más fino dentro de cada etapa la utilización de diferentes híbridos, es el caso de los sorgos diferidos donde sería preferible utilizar en la primera mitad del invierno, un material con caña fina y alta digestibilidad pero que no puede mantenerse en pie por mucho tiempo luego de las primeras heladas fuertes.

El caso contrario es de aquellos híbridos con una caña resistente que soportan bien esta adversidad climática y se mantienen en pie durante más tiempo hasta finalizado el periodo de utilización de este recurso para ese destino. En la invernada, engorde de novillos se da el caso de los sorgos azucarados BMR (nervadura marrón) cuya digestibilidad es superior ya que éstos poseen entre un 30 -40 % menos de lignina respecto de los materiales azucarados de uso tradicional.

Para aumentar la producción de forraje y los rendimientos en grano no se debe olvidar la fertilización, nitrogenada y fosforada, así lo afirma el Ing. Martín Zamora del INTA Barrow (Tres Arroyos). La extracción de nutrientes de los cultivos que se siembran con destino a la ganadería es menor, pero no hay que descuidar su reposición al suelo mediante la fertilización, no obstante el uso de fertilizante nos ayuda a acelerar la implantación y producción más temprana tanto en la obtención del forraje como en la de granos.