Sin precio de la harina, los panaderos postergaron un nuevo incremento
Con la feroz escalada del dólar, la harina ya no tiene precio. Eso obligó a los panaderos locales a posponer para la semana próxima un eventual incremento de sus productos.
El Centro había anunciado un encuentro en el que se iba a decidir un valor referencial para el kilo de pan. Sin embargo, la disparada del dólar motivó que la harina, entre otros tantos productos alimenticios, dejara de tener un precio definido. "Hoy la harina no tiene precio, igual que otros productos. Y sí, vender te venden, pero nadie te da un valor", dijo sobre una situación que, en la práctica, los deja a ciegas. "Igualmente, no podés parar ni limitar la producción: el pan tiene que seguir saliendo a la calle", referenció Ottino, quien además es integrante de la Federación Industrial Panaderil de la Provincia de Buenos Aires.
Los industriales del sector se manifestaron "muy preocupados" por los aumentos en los costos de producción a partir de los incrementos en servicios como la luz y el gas, el combustible y los aditivos. Por eso, sumado a la falta de definiciones en torno de la harina, decidieron reprogramar el encuentro para la semana próxima.
A principios de julio último, este Diario publicaba una nota en la que se referenciaban las dificultades del sector. Así, bajo el título "La panadería, de un lado y del otro del mostrador", se analizaba que con "incrementos de hasta un 140% en los insumos básicos, tarifas multiplicadas por dos y caídas de entre un 20% y un 25% de las ventas de un lado del mostrador; y bolsillos achicados por el lado de los consumidores: ese es el panorama que afronta hoy una de las actividades alimenticias básicas de nuestra sociedad, la panadería".
Y se explicaba, respecto de la harina, que "desde enero, el insumo esencial de las panaderías aumentó entre un 120 y un 140% y los responsables de estos emprendimientos debieron pasar de desembolsar entre 280 y 300 pesos por una bolsa, a unos 650 pesos, con picos que los superaron ampliamente. Claro que el precio del producto final nunca lo reflejó: el incremento real fue de entre un 80 y un 90% en el primer semestre del año". Un experimentado industrial del rubro, Hernán Parra, analizaba entonces que "a veces, la harina es como el último eslabón que los panaderos esperamos para actualizar ciertos precios. Porque lo otro lo vas sobrellevando, pero con la harina, llega el momento en que decís ´esto ya no me lo puedo aguantar´".
Lo cierto es que hasta el momento, el costo de la bolsa de harina de 50 kilos se ubicaba en torno de los 700 pesos, y en los mostradores, el pan se vende entre 50 y los 55 pesos, el último precio de referencia fijado por la entidad que agrupa a los panaderos. Que por otra parte, ya hacía difícil el escenario para los propductores locales, por lo que, antes del jueves, se evaluaba que el aumento no iba a superar el 10%, un número ahora indefinido ante la falta de costos de los molinos harineros.
"¿Si estamos desconcertados? Claro, como todos desde sus respectivos espacios" ante la feroz disparada del dólar que a la vez, le daría oxígeno a la vorágina inflacionaria, analizó Ottino. "Estamos esperando para ver cómo reacciona el gobierno, pero algo tenemos que hacer", dijo finalmente, en referencia a la decisión pospuesta para mel martes o miércoles de la semana próxima.