Análisis Económico: Gonzalo Chávez advierte que el incremento salarial será devorado por la inflación
El analista económico Gonzalo Chávez advirtió que el reciente incremento salarial acordado entre el Gobierno y la Central Obrera Boliviana, un 10% al salario mínimo nacional y un 5% al haber básico, será rápidamente absorbido por la inflación, generando un impacto negativo en el poder adquisitivo de los trabajadores.
Según Chávez, si bien el ajuste busca compensar una inflación que en 2024 alcanzó el 10%, el contexto actual muestra que en apenas tres meses del 2025 ya se registró un aumento de precios del 5%, y se proyecta que la inflación anual podría superar el 15%.
“El ajuste otorgado ha sido prácticamente devorado antes de terminar de aplicarse”, alertó, indicando que el salario real continuará deteriorándose durante todo el año.
Además, explicó que el incremento beneficiará solo al 20% de la población económicamente activa, empleados públicos y formales del sector privado, mientras que el 80% restante, que trabaja en la informalidad, no tendrá acceso a este reajuste, pero sí sufrirá las consecuencias de la subida general de precios.
Impacto sobre las empresas y el empleo
Chávez también advirtió que el aumento de los costos laborales, en un entorno recesivo y con dificultades como la falta de dólares y combustibles, podría provocar el cierre de pequeñas y medianas empresas o su migración a la informalidad.
“Un aumento salarial en estas condiciones solo agrava el estancamiento económico y la destrucción de empleo formal”, enfatizó.
El traslado de mayores costos a los precios, sumado a una posible expansión monetaria para financiar el ajuste en el sector público, alimentará la inflación en un efecto de “segunda ronda”, advirtió el analista.
Mayor desigualdad y descontento social
Chávez recalcó que la inflación golpeará con más fuerza a los sectores más pobres, especialmente aquellos que destinan hasta un 70% de sus ingresos a la compra de alimentos.
“La percepción de que el ajuste solo favorece a una minoría agravará el descontento social, profundizando la desigualdad”, sostuvo.
Una decisión política, no económica
Finalmente, el economista cuestionó que el reajuste salarial haya sido definido sin participación del sector empresarial, calificándolo como una “decisión política para mantener alianzas coyunturales” más que una política económica seria.
“Este tipo de medidas sacrifica la racionalidad económica en favor de intereses de corto plazo, aumentando la desconfianza empresarial y prolongando la recesión”, concluyó.
Chávez cerró su análisis recordando que, en términos reales, “el incremento salarial entrará por el bolsillo izquierdo, pero la inflación lo sacará inmediatamente por el bolsillo derecho”.