Rolando Kempff advierte sobre los riesgos del incremento salarial: “Podría generar inflación y cierre de empresas”
En declaraciones exclusivas para El Popular Bolivia, el presidente de la Federación de Empresarios Privados de Bolivia (FEPLP), Rolando Kempff Bacigalupo, manifestó su profunda preocupación ante el reciente anuncio del incremento salarial del 10% al salario mínimo nacional y 5% al haber básico, medida oficializada por el Gobierno en el marco del Día del Trabajador.
Kempff calificó este aumento como “muy elevado” y advirtió que su implementación podría generar efectos negativos en la economía boliviana.
“Un incremento de esta magnitud, sin una adecuada concertación con el sector privado, puede disparar la inflación, reducir la competitividad y provocar el cierre de muchas empresas, especialmente las pequeñas y medianas,” sostuvo.
El presidente de la Federación explicó que las empresas, particularmente las micro, pequeñas y medianas, atraviesan una coyuntura económica complicada, y que asumir un aumento salarial desproporcionado pondría en riesgo su sostenibilidad, afectando directamente la generación de empleo formal en el país.
“Las empresas podrían verse obligadas a bajar su producción o incluso cerrar, afectando la estabilidad laboral de miles de trabajadores. No podemos perder de vista que más del 80% de las fuentes de empleo en Bolivia son generadas por el sector privado,” remarcó.
En este contexto, Kempff reiteró la necesidad urgente de retomar el diálogo tripartito entre el Gobierno, los empresarios y los trabajadores, con el objetivo de construir acuerdos responsables que protejan la inversión, el empleo y la estabilidad macroeconómica.
“La economía necesita medidas sensatas y realistas. Incrementos salariales desproporcionados, sin respaldo en el crecimiento económico, solo provocarán más inflación, más informalidad y más pobreza,” concluyó.
La advertencia de Kempff se suma a las voces del sector privado que han expresado su preocupación por los efectos que podría tener esta política salarial en un contexto de desaceleración económica, déficit fiscal creciente y dificultades de acceso a divisas en el mercado boliviano.