El presidente Luis Arce salió al paso de las observaciones surgidas en torno a la adquisición del predio agrícola “Adán y Eva” por parte de su hijo Rafael Ernesto Arce Mosqueira en 2021, cuando tenía 25 años. La propiedad, ubicada en Santa Cruz y con una extensión de más de 2.100 hectáreas, fue comprada por 3,3 millones de dólares, una cifra que generó cuestionamientos sobre el origen de los fondos.

Arce explicó que la operación fue realizada mediante un crédito bancario otorgado por el Banco Ganadero y que el préstamo fue concedido tras la evaluación del proyecto productivo presentado por su hijo. 

El jefe de Estado aseguró que la operación cumple con todos los requisitos legales y bancarios y descartó cualquier irregularidad en la transacción. Atribuyó las críticas a una campaña de desprestigio impulsada por sectores internos del oficialismo. “Detrás de estas acusaciones hay una clara intención política. Se pretende dañar la imagen de mi familia con fines ajenos a la verdad”, afirmó.

Arce defendió la decisión de su hijo de invertir en el sector productivo y señaló que el predio es parte de un emprendimiento agropecuario que aún se encuentra bajo deuda. “Esa propiedad representa una apuesta por la producción, pero también una responsabilidad financiera que se asumió bajo los mecanismos establecidos por ley”, sostuvo.

La controversia se da en un momento de alta tensión interna dentro del Movimiento al Socialismo, donde los sectores críticos del ala “evista” han intensificado los cuestionamientos hacia el Gobierno.