El exministro de Gobierno Arturo Murillo, condenado por lavado de dinero y sobornos en Estados Unidos, será liberado este sábado 21 de junio tras cumplir su sentencia en una cárcel de Miami. En Bolivia lo aguardan ocho procesos judiciales, dos de ellos ya con sentencia firme.

El ministro de Gobierno, Roberto Ríos, informó este viernes que existen avances significativos en los trámites para su deportación, gracias a las gestiones coordinadas entre el Gobierno boliviano, las autoridades estadounidenses y la Procuraduría General del Estado.

“Hay avances positivos. Estamos actuando con toda la documentación necesaria, incluyendo los antecedentes judiciales y penales de Murillo, que ya han sido remitidos a las autoridades norteamericanas”, precisó Ríos.

Por su parte, el fiscal departamental de La Paz, Omar Mejillones, detalló que Murillo enfrenta ocho causas abiertas en el país, principalmente por delitos de corrupción y uso indebido de influencias. Destacan las sentencias por los casos “gases Ecuador” (5 años) y “gases lacrimógenos” (8 años), vinculados a la compra con sobreprecio de material antidisturbios durante su gestión en el gobierno transitorio de Jeanine Áñez.

Además, se lo investiga por legitimación de ganancias ilícitas, incumplimiento de deberes, robo agravado y su presunta implicación en las masacres de Senkata y Sacaba en 2019.

“La vía más rápida es la deportación”, reiteraron desde el Ejecutivo, señalando que será un juez migratorio en Estados Unidos quien determine si Murillo es devuelto directamente a Bolivia o si se inicia un proceso de extradición formal. Mientras tanto, la Fiscalía ya prepara las audiencias cautelares para activarlas en cuanto el exministro arribe al país.

Paralelamente, el Estado boliviano impulsa una demanda civil en Miami para recuperar al menos 6 millones de dólares que habrían sido desviados mediante “actos de corrupción” durante la gestión de Murillo.