Apellido célebre y familiar famoso
En la próxima Liga Argentina el equipo albinegro tendrá un base rosarino, con apellido de una gloria del cine nacional y parentesco con uno de los jugadores de la selección argentina en Rusia 2018.
Daniel Lovano / [email protected]
Recibir desde la cuna un apellido célebre y al mismo tiempo contar con un familiar ilustre remite, al menos, a una relación unívoca entre ambas cuestiones. Por lo general van de la mano, pero a veces (aunque ambas cosas sigan siendo ciertas) no tiene nada que ver una con la otra.
Jeremías Sandrini, el base de Estudiantes modelo 18/19, reúne estas condiciones. Claro que la tentación inicial fue preguntarle si su apellido alude a algún grado de parentesco con aquel actor mitológico de la edad de oro del cine argentino. Ese que decían que era muy capaz de hacer reir o hacer llorar en cuestión de minutos y en la misma cinta de celuloide.
Metáfora inalterable también, a pesar del paso de los años, en el deporte para definir aquellos jugadores que alternan una de cal y una de arena. Una para el aplauso y otra... no tanto.
"Todos me lo preguntan pero no tengo ningún parentesco con el actor. No, nada que ver" reveló desde Rosario el futuro base de Estudiantes, hoy radicado en Paraná.
Su edad (25 años), justifica la respuesta, salvo que se trate de un adicto al canal Volver, y no es el caso... "Nunca he visto películas de Luis Sandrini, pero conozco la historia y sé que fue un actor muy importante" comentó.
"Obvio que me gustaría ser pariente de alguien tan famoso" admitió, y medio en broma - medio en serio tiró: "Tampoco me quejo, porque tengo un pariente bastante famoso, un primo, aunque más que primo es un hermano, porque nos criamos juntos, hemos compartido y seguimos compartiendo muchos momentos de nuestras vida".
En su perfil de facebook hay varias referencias a Rosario Central, y ahí la historia toma el codo del familiar famoso, aunque no con el apellido Sandrini. "No soy hincha de Central, no me gusta mucho el fútbol, pero mi primo es Giovanni Lo Celso. Nada más ni nada menos" celebró.
Jeremías tiene el privilegio de haberlo visto crack desde el jardín de infantes. "De chiquitos jugábamos a la pelota en el patio de mi casa o en el patio de su casa, dos o tres contra de él, y no se la podíamos sacar. El más chico (Francesco) es otro crack y viene de salir campeón con la selección Sub 20 en L’Alcudia" comentó.
El contacto no se interrumpió, a pesar de la distancia entre Paris y Paraná ahora, entre Olavarría y la capital de Francia dentro de poco, porque existe una conexión que supera a los lazos de sangre. "Hablamos todos los días, hablamos bastante de sus cosas en París, sobre la selección. Lo único que me falta es ir a visitarlo, y no estaría nada mal" bromeó.
La mención a la selección dejó picando una pregunta: ¿Por qué si Giovanni era fija antes del Mundial, terminó no jugando ni un segundo en Rusia?. La respuesta fue la obvia de parte de un buen primo y mejor amigo: "Me lo han preguntado un millón de veces en estos dos meses. La verdad, no sé nada. Nunca me comentó nada sobre el tema, pero no va a faltar oportunidad de ponerse la camiseta de la selección y la va a romper porque es un crack".
La mamá de Giovanni es hermana del papá de Jeremías, el base que se viene en Estudiantes. "Muy contento por haber fichado en un club tan grande, con historia, que viene de jugar dos finales en el TNA. Los equipos de las tempordas pasadas nos dejaron la vara bastante alta" destacó.
En la Liga Argentina se ha hecho costumbre esto de armar todos los años equipos con actores diferentes. "Hay equipos en los que cuesta más encontrar la química, y otros menos. Lo primero de todo es armar un buen grupo en la pretemporada, y si todos los compañeros se llevan bien es más fácil. Conduce a generar una buena química dentro de la cancha, y permite afrontar de la mejor manera las adversidades que se vayan presentando a lo largo del campeonato" reflexionó.
Llegará a Olavarría entre 25 y 26 de agosto sin haber compartido plantel con ninguno de sus nuevos compañeros, pero ya se imagina el equipo que puede ser: "Creo que Estudiantes va a ser un equipo difícil de sostener. Vamos a tener una media cancha muy intensa. Los dos internos son muy buenos, muy talentosos; Pablo Moya es un referente de la categoría, un jugador con experiencia".
Sandrini nació en Rosario, el 3 de mayo de 1993, mide 1,81 metros y viene de jugar en la temporada 2017/18 con Echagüe. Los números (tan reveladores en este deporte) dicen que con el equipo de la capital entrerriana disputó un total de 36 partidos (30.5 minutos en cancha) con 7.8 puntos, 3.6 rebotes, 4.1 asistencias y 1.3 robos de promedio.
El cierre apunta a lo personal. Dentro del perfil de cerebros del juego que ofrece su posición, Jeremías se considera "un base intenso, que defiende en toda la cancha, armador de juego y asistidor más que goleador. Aunque me encanta hacer goles como a todos y si en algún tengo que agarrar la pelota y hacerme cargo de los puntos no tengo problemas" anticipó.