"La sensación es muy hermosa porque nunca pensé que iba a llegar a ver a Racing cumpliendo 100 años. Lo digo honestamente. Pero gracias a Dios y a la Virgen llegamos a ver el centenario del club y lo festejaremos y disfrutaremos de la mejor manera posible", comenzó afirmando Coco respecto a la gran fiesta que vive del club.

Palahy habla fuerte, se ríe, se enoja, discute y se apasiona. Por donde pasa deja su sello y jamás pasa inadvertido. Nació en Olavarría el 13 de junio de 1940. Aunque su máxima pasión es el básquetbol, también incursionó en otros deportes que con el correr de los años pasaron a un segundo plano. Hizo la primaria en la Escuela Nº 16, "que más tarde pasó a ser la Nº 1", dice, y completó sus estudios secundarios en el Colegio Nacional hasta egresar con la promoción de 1957.

Desde chico defendió los colores de su querido Racing. Sin embargo, con una sonrisa acepta que su primer fichaje en el básquetbol fue para el archirrival Estudiantes, "de la mano del profesor Edberto Herrera, que me anotó". Pero su corazón chaira no lo dejó vestir la camiseta bataraza. "Cada vez que me iban a buscar para jugar les decía que no podía, inventaba alguna excusa", recuerda.

La Asociación de Básquetbol de Olavarría (ABO) se creó en 1933, el 17 de mayo, por convocatoria del Club Estudiantes, a la que adhirieron Ferro Carril Sud, San Martín de Sierras Bayas, Atlético Hinojo, Racing A. Club, Espigas e Independiente (entidad desaparecida).

"Yo no recuerdo bien la fecha exacta del comienzo del básquetbol en Racing. La ABO se fundó en 1933 y yo me acuerdo bastante a partir del año 1955. En los años 1954 y 1955, Racing tenía un gran equipo y en determinado momento dejaron de jugar todos. Entonces los que éramos cadetes y algunos juveniles pasamos a jugar en Primera División".

"Por diversos motivos ese equipo se desmembró y empezamos a jugar nosotros. En ese equipo jugaban el Tata Criterio Paz, Pingüino Herrero, el Vasco Salías, Cacho Zanelli, Taín Armendano y Caño Casemayor, que era la gran figura del equipo con Herrero. Eran tipos que ahora serían estrellas. Son jugadores muy interesantes que tuvo el básquetbol de Olavarría, como Carlos Pelliccioni, de Estudiantes, un gran base".

En el básquetbol era "lo que hoy se llama alero o ala pivote". Se retiró joven, a los 26 años, por culpa de una mala recuperación de una operación de rodilla. Sus compañeros eran Tatún Salvatore, Pinocho Lázaro, Coco Maletta, Juan Carlos Facchino y el Flaco Sarrat, y como entrenadores tuvo a Alberto Arouxet y Rodolfo Ponzo. Con cierta resignación admite que "nunca fuimos campeones en Primera División porque en aquella época Estudiantes tenía un equipazo y ganaba siempre".

El gimnasio deportivo del Chaira se empezó a construir en 1955 y en él se vieron grandes partidos de básquetbol. Imposible olvidarse de nombres como Pianciola, Sequi, Leal, Silverio, Piccinelli, Notararigo, Hoffmann, el equipo de 1988, los nacionalizados Edgar Merchant (le anotó 99 puntos a Pueblo Nuevo, con 26 triples) y Steve Stanford, Vercesi, Botta, Sesto, Murúa, Fernández Chávez, Sainte Cluque y Ferré.

Dejando para el final los emblemas más altos con la camiseta de Racing como José Luis Salías, Raúl Méndez y Eduardo Alzuri, que está entre los grandes nombres del club, con sus históricos duelos con Roby Colmenero de Estudiantes.

Coco, a punto de cumplir 76 años, está casado con Elsa del Carmen Ibarlucía desde 1964, después del noviazgo que empezó cuando él tenía 16 y ella 14.

Con respecto al básquetbol de la actualidad, Palahy sostiene que "hoy hay que entrenar y dedicarle mucho tiempo al básquetbol y a cualquier deporte. Yo conocí el gran equipo de fútbol de Racing de 1951. No vivían del fútbol, trabajaban y jugaban, y en el básquetbol pasaba lo mismo".

"Ha progresado todo lo que es la parte técnica. Sin título no se puede dirigir un equipo y antes lo dirigía cualquiera. Cualquier aficionado era entrenador de básquetbol. Racing tuvo un técnico, que era un tipo espectacular, Benito Rigo, el padre del Gordo. El no sabía nada de básquetbol, pero era un tipo que unía a los muchachos de ese equipo y hacía caminar al equipo de Primera División. Decía ‘retengan la pelota’ cuando recién empezaba el partido. Pero Benito era un fenómeno. Todo ha progresado y el básquetbol es el que más progresa. Después de cada Juego Olímpico cambia el reglamento y entonces no te podés quedar en el tiempo porque fuiste".

Tras su retiro como jugador se mantuvo ligado al básquetbol y a Racing. Fue directivo del club y, aunque se alejó durante dos años, "en 1984 me fueron a buscar los delegados, entre ellos Juan Manuel García Blanco, para ver si quería agarrar la presidencia de la ABO". Empezó a trabajar con Haroldo Popp como vicepresidente, sin siquiera pensar que iba a permanecer tanto tiempo en el cargo.

"Me acuerdo de un gran equipo de Racing que definió un cuadrangular en Bahía Blanca, que perdió con Olimpo, en la época que traían americanos. Estaban en el equipo el Flaco Alzuri, Jorge Botta y el Vasco Salías. Hubo casi diez años en la década del 80 que hubo un equipo muy bueno".

También Palahy se refirió a dos temas muy importantes: la dirigencia en la actualidad y los recordados Torneos de Verano de los inicios de los 80:

Actuales dirigentes. "Al Gordo Rigo, Nando Gainza y a mí nos apasiona el básquetbol y nos interesaba jugar en otro nivel, pero dejamos de ser dirigentes y después intentaron jugar varias veces el Torneo Provincial de Clubes. Estaban el Flaco Alzuri y Batata Oviedo, que trabajaron por el básquetbol, y cuando dejaron ellos se formaron subcomisiones de padres, que laburan mucho, pero cuando los chicos terminan de jugar los padres dejan de ser dirigentes".

"El único dirigente que nació acompañando a sus hijos y sigue siendo dirigente de básquetbol es Pedro Escobar, que en la actualidad sigue en Estudiantes".

Torneos de Verano. "Cada equipo traía americanos, las canchas se llenaban. Me acuerdo que le ganamos a Estudiantes de visitante en tiempo suplementario y se armó lío al final. Se tiraron con sillas. Fue el día que cortaron la luz para que Racing no pudiera festejar".

"Se jugaba con nuestros jugadores y se traían dos americanos a través de los contactos con los representantes, que ya existían. El primer americano que trajimos fue Johnny Guilford y el segundo Gregory Guye, ‘La Mosca’ le decían".

"Me acuerdo que Estudiantes trajo a un gran americano, Hord, y nosotros teníamos que traer algo porque de otra manera salíamos últimos. Y así todos los equipos, como San Martín de Sierras Bayas o Pueblo Nuevo, que a través de Juan Maceo traía a los dos americanos de Boca Juniors. Loma Negra trajo al Negro Romano y a Gabriel Milovich. En Tandil estaban González y Camisassa, en La Madrid jugaba Allende. Esos Torneos de Verano fueron hermosos".