Hi Yo, Silver
Especial para EL POPULAR
Detrás de "El Llanero Solitario" hay una historia de muchas divertidas meriendas de leche, chocolate y galletitas frente al televisor en blanco y negro para los que andan cerca o pasaron la década de los 40. En ellas, un vaquero de gorro blanco y antifaz que usaba balas de plata, montado en un caballo blanco y acompañado por un indio llamado Toro (Tonto en el original, por razones obvias su nombre fue cambiado) impartían justicia en el salvaje Oeste y a todos nosotros, tan lejos geográfica y culturalmente, nos encantaba. Muchos recordamos haber tenido muñequitos articulados de "El Llanero" y su caballo, máscaras y revólveres de plástico con los que pasábamos las tardes mientras nuestros cerebros hacían sonar la Obertura de "Guillermo Tell", de Rossini, que para nosotros era simplemente "la música del Llanero Solitario".
Ese fuerte vínculo con nuestra infancia hizo que muchos adultos con espíritu de niños se acerquen al cine y lleven a sus hijos a ver la nueva versión dirigida por Gore Verbinski y protagonizada por Johnny Depp y Armie Hammer. El resto fue a ver la película seguramente influenciado por la fuerte maquinaria de marketing de Disney y la presencia en pantalla de Johnny Depp. Sea como fuere, la película está respondiendo bien en la Argentina, aunque las críticas, en general, le han dado bastante duro.
A "El Llanero Solitario" se lo castiga, entre otras cosas, por ser una apuesta netamente comercial, pero... ¿qué película producida en Hollywood no lo es? Es cierto que Armie Hammer no es la mejor elección para interpretar al Llanero y que el antifaz le queda un poco grande, además de empalidecer al lado del personaje de Toro compuesto por Johnny Depp, quien saliéndose bastante de los tics que adquirió por tantos años de interpretar a Jack Sparrow, compone un personaje genial. Depp se roba la película, llena de pequeños unipersonales del payasesco indio.
Pero también hay una gran recreación de los escenarios desérticos usados en la serie original, mucho humor físico, el "slapstick" que siempre funciona en estas comedias con tono de parodia, un CGI usado a conciencia y sin abusar, para contar la historia de John Reid (Armie Hammer) que regresa a sus pagos para trabajar de abogado y reencontrarse con su amor platónico, y está bien que lo sea, porque es la mujer de su hermano John (James Badge Dale). Pero al poco tiempo son emboscados por Butch Cavendish (excelente papel de William Fichtner), un malo muy malo que hasta llega al canibalismo, y su hermano muere, dejando vía libre al personaje principal a convertirse en el héroe que da nombre a la película, ayudado claro, por Toro (Johnny Depp), que le enseñará los trucos del oficio de justiciero enmascarado. Mucha acción y diversión asegurada por un largo rato. ¡Hi Yo, Silver!
Calificación: Peliculómetro al 75%.