Sin el ganso ni los huevos de oro
Es una película con la combinación de dos fábulas inglesas con el toque modernizador de Hollywood. Bryan Singer se pone al frente de esta superproducción de 200 millones de dólares plagada de efectos especiales y de caras conocidas.
Especial para EL POPULAR
¿Qué pasa si mezclamos dos historias clásicas bretonas muy famosas con el director de las dos últimas "X-Men" y "Los sospechosos de siempre", el gran Bryan Singer?. Obtenemos una película con algunas falencias y unos cuantos aciertos, basada libremente en parte de la historia de "Jack el cazagigantes" y parte de "Jack y las habas mágicas" de los hermanos Grimm. Todo con un elenco interesante y afilado, efectos especiales bastante bien logrados (especialmente en los tamaños y el contraste de escalas), y unos huecos importantes en un guión un poco predecible a pesar de contar con Christopher McQuarrie, quien trabajó varias veces con Singer y dirigió Jack Reacher.
La historia es la del pobre y desafortunado campesino llamado Jack (el inglés Nicholas Hoult, protagonista también de "Mi novio es un zombie") quien debe ir al pueblo -enviado por su tío, con quien vive desde la muerte de su padre- a vender el único caballo que poseen para comprar comida. Allí conocerá y se enamorará rápidamente de la princesa (Eleanor Tomlinson) cuando la rescata de un episodio confuso en un circo (donde podemos ver a ese gran actor enano que es Warwick "Willow" Davis en un pequeño papel).
Casi sin quererlo, Jack termina cambiando el caballo a un monje por unas habichuelas supuestamente mágicas, que vienen con la importante recomendación de no ser mojadas porque, como si de un Gremlin se tratara, la cosa se puede complicar si esto sucede.
Por supuesto que esto pasa, de otra manera la película terminaría demasiado pronto, y destino trágico mediante la princesa se encuentra en la casa de Jack justo cuando la planta crece aceleradamente y se la lleva a un extraño lugar entre el cielo y la tierra, donde vive una raza, hasta ese momento mitológica, de gigantes.
El alterado rey (Ian McShane) organizará un grupo de soldados para rescatar a la princesa en problemas, comandado por un valiente caballero (Ewan McGregor, en un sorprendente rol secundario), acompañados por el propio Jack y el prometido de la primogénita: Roderick (un divertido malvado interpretado por el siempre genial Stanley Tucci). Lo que sigue es el desenlace de la historia romántica de la princesa y el plebeyo, en el medio de una batalla contra una horda de gigantes hambrientos de cabezas humanas.
"Jack el cazagigantes" es una película que por sus dosis de violencia, aunque moderada, no es recomendable para menores de 10 años solos. Aunque es apta para todo público, se recomienda el acompañamiento de un mayor. Con su dosis de humor, que podría haber sido mayor, una moraleja cambiada (y mejorada) donde lo que importa no es el oro, una duración algo excesiva, buenas actuaciones y correctos efectos, se puede ir al cine y, sabiendo lo que vamos a ver, no salir decepcionados.
Calificación: Peliculómetro al 70%.