Yin y yang, energías opuestas y complementarias
El yin y el yang son dos conceptos del taoísmo, que expone dualidad de todo lo que existe en el universo. El yang es una energía luminosa, positiva que se presenta de manera intensa, en cambio el yin es una luz pasiva, negativa. Cada objeto o situación se relaciona con estas dos dualidades y el feng shui se encarga de encontrar un equilibrio para lograr bienestar y fortuna.
Algunos autores relacionan el yin yang con luz y sol, hombre y mujer pero son definiciones equivocadas ya que el taoísmo es compuesto básicamente por energía positiva o negativa. Las dos esferas dentro del símbolo representan la idea de que cada una de las fuerzas alcanza su punto extremo y se manifiesta dentro de sí un sentimiento opuesto.
En relación al punto anterior, cuando existe un equilibrio es sinónimo de bienestar, pero cuando se rompe el mismo se puede observar conflicto en la vida del ser humano, ya que no debe de existir exceso ni carencia de yin o yang, ya que influye en la energía de forma negativa y la práctica de feng shui permite percibir y buscar el equilibrio en los hogares y en la vida del individuo.
El símbolo
El símbolo yin yang es conocido como un diagrama de Tai-chi, representado por un circulo dividido a través de un línea sinuosa, en los colores negro y blanco. El yin corresponde a la mitad del lado izquierdo de la esfera, de color negro que representa lo pasivo, femenino, nocturno, oscuro y frío. Por su parte, el yang pertenece al lado derecho de la esfera, de color blanco que representa el principio activo, masculino, luminoso y diurno.
En este juego armonioso, ambos poseen una esfera pequeña en su interior, de colores opuestos, simbolizando las fuerzas opuestas, complementarias e inseparables de todo lo que existe.
Cada signo sólo puede evaluarse comparativamente, porque ninguna cosa es absolutamente yin o yang. El yin y el yang no son fuerzas opuestas, que se enfrentan una a la otra, como ocurre con los conceptos religiosos del bien y el mal, sino que se trata de opuestos complementarios tan interrelacionados, que la existencia de uno precisa de la existencia del otro y de cuyo equilibrio depende la armonía de los fenómenos y, en el caso de nuestros entornos, el bienestar y la fortuna.
De la unión de estos dos polos opuestos, surge el equilibrio y el balance dinámico que se manifiesta como el Tai Chi, que se asemeja al Tao que es la unidad absoluta del Todo. Del Tao original surge toda manifestación, cada parte se relaciona con una cualidad o característica. Las cualidades yin y yang son polos opuestos que se necesitan, se complementan y se ciñen mutuamente en infinitas variaciones.
A través de la teoría del yin y el yang que surgió hace miles de años en el texto clásico chino I Ching o libro de los cambios, el Feng-Shui analiza y trabaja los entornos. Esta teoría señala que lo fundamental del concepto de yin y yang es la comprensión de que todo se encuentra en continuo movimiento y cambio, de que absolutamente nada permanece fijo e invariable, que todo en la naturaleza evoluciona, y que en ningún momento se mantiene estancado y parado en el tiempo.
A través de esta teoría, los orientales se explicaban todos los fenómenos de la naturaleza, como los cambios estacionales, del día y de la noche, el frío y el calor, el viento y el agua, ciclos de la tierra y el cielo que deben mantenerse y cumplirse para lograr el equilibrio y hacer que el Chi fluya naturalmente.
El Yang es activo, masculino, dominante y positivo. Está colmado de poder y de energía. El Yin es receptivo, femenino, complaciente y nutriente, negativo (en cuanto a polaridad), pasivo, espiritual y profundo. Etimológicamente hablando, "Yin" significa "el lado de la montaña que da a la sombra", y el significado literal de Yang es "el lado que da al sol". Se considera yin todo lo que tenga características o tendencias similares al agua, como por ejemplo la frialdad, la oscuridad y la tendencia hacia abajo; y, yang todo lo que tenga características similares al fuego, como por ejemplo la calidez, la brillantez y la tendencia hacia arriba. La categoría yang es más dinámica, activa y se manifiesta externamente frente a la categoría yin, que es más pasiva, interiorizada e intrínseca, menos evidente.