Pero también fue un activo participante de las instituciones deportivas locales, especialmente del Club Deportivo Barracas, entidad donde fue elegido presidente.

El club del barrio Chino lo recordó con mensajes de cariño y fotos que demostraron su imborrable huella, como dirigente, con su don de buena gente y su afición al ajedrez. Hasta no hace mucho, inclusive, brindó clases gratuitas en el Deportivo, adonde concurrían chicos del populoso sector de la ciudad.

En aquella década también dio un impulso fundamental para el ajedrez. La Escuela Municipal comenzó con unos pocos alumnos, y luego se trasladó al Complejo Cultural, donde expandió sus horizontes. En algunos casos sus alumnos llegaron a disputar torneos nacionales e internacionales con muy buenos resultados, que hicieron conocido el nombre de General La Madrid en el deporte.

Se alejó de la función pública, pero su amor por los tableros continuó y brindó clases en el CDB y también particulares, tutelando a chicos que hoy figuran entre los mejores del país.

"El ajedrez es una mezcla de estrategia e intuición, talento y razonamiento", sostuvo en una nota a EL POPULAR realizada allá por el año 2013. Si bien fue director de la Escuela Municipal a mediados de los años 90 y 2000, comenzó con la actividad en la ciudad hace más de tres décadas y por allí pasaron los mayores exponentes de este deporte en la ciudad, entre ellos Carolina Hurtado, Luis Mackeprang, Horacio Pereyra, Matías Heht y Gerardo Santopietro, entre otros.

En la memoria de los que alguna vez disfrutaron el ajedrez, Aldo dejó una marca imposible de borrar. Como los sabios maestros brindó su conocimiento para que los que intentaron aprender el deporte los disfruten tanto como él.

Aldo Atilio García Labandal falleció el sábado, a los 72 años, y sus restos recibieron cristiana sepultura ayer en el Cementerio de General La Madrid.