La victoria del movimiento reformista en El Salvador ha generado una ola de entusiasmo en los mercados financieros. El gobierno de derecha, liderado por el Presidente Nayib Bukele, ganó las elecciones con un impresionante 83% de los votos, marcando una histórica derrota para la extrema izquierda representada por el FMLN. Esta victoria abrumadora ha despertado un gran interés en los inversores, quienes ven la continuidad del modelo económico de Bukele como una oportunidad de inversión.

El Presidente Bukele ha prometido mantener políticas de liberalización económica, combatir el crimen organizado y el narcotráfico, y ha anunciado un acuerdo inminente con el Fondo Monetario Internacional (FMI) para fortalecer la posición financiera del país y cumplir con los compromisos de pago a los acreedores privados.

Como resultado de esta confianza en el futuro económico de El Salvador, los bonos salvadoreños con vencimiento en 2052 han experimentado un aumento significativo en su valor, pasando de 5,7 centavos de dólar a más de 86 en las últimas dos semanas. Los bonos con vencimiento en 2025 aumentaron un 30%, los de 2027 subieron un 59%, y los de 2029 registraron un aumento de al menos un 66%.

Las calificadoras de riesgo S&P Global Ratings y Fitch Ratings han mejorado la posición crediticia de El Salvador, lo que lo convierte en un destino más seguro para la inversión privada. La agencia Bloomberg ha señalado que Bukele ha ganado la confianza de los mercados de una manera que ningún otro presidente salvadoreño había logrado en años.

La seguridad jurídica y la estabilidad macroeconómica son elementos clave para el desarrollo de un país, y antes de la presidencia de Bukele, El Salvador enfrentaba desafíos significativos en ambos aspectos.

El gobierno salvadoreño ha apostado por la liberalización económica y la reducción de impuestos en sectores clave como la tecnología, lo que ha impulsado el crecimiento y la inversión en inteligencia artificial y hardware de computadoras. Además, se ha implementado un programa de saneamiento fiscal que ha reducido el gasto público y la burocracia gubernamental.

La drástica reducción de la tasa de criminalidad ha contribuido al crecimiento económico y ha fortalecido la seguridad jurídica del país, lo que ha sido reconocido por el FMI como un factor clave en la recuperación económica de El Salvador desde marzo de 2022.