Rige un paro total en rechazo a la reducción de aranceles sobre la importación de productos electrónicos
Los sindicatos de Tierra del Fuego se movilizan en protesta contra la reducción de aranceles e impuestos internos a la importación de celulares. Ante la situación, el gobernador convocó a las empresas tecnológicas y a los trabajadores con el fin de asegurar “paz social”
Luego de que el gobierno de Javier Milei anunciara la reducción de aranceles e impuestos internos para celulares y otros productos electrónicos importados, Tierra del Fuego vive una huelga general de 24 horas encabezada por los sindicatos locales. Desde hace una semana, trabajadores de las principales plantas fabriles en Río Grande y Ushuaia –como Newsan, Mirgor, Solnik, Radio Victoria, BGH y Midea Carrier– mantienen la producción paralizada por tiempo indeterminado.
La Asociación de Fábricas Argentinas Terminales de Electrónica (Afarte) confirmó que las medidas afectan directamente a estas fábricas, que concentran más del 87% de la producción provincial de celulares (más de 5,5 millones de unidades en 2024).
La Unión Obrera Metalúrgica (UOM) organizó un acto central en Mirgor y convocó a otros sindicatos y fuerzas políticas y sociales a sumarse a la protesta, denunciando que la reducción de impuestos favorece a los productos importados en detrimento de la industria local, poniendo en riesgo alrededor de 6000 puestos de trabajo.
El gobernador Gustavo Melella convocó para este jueves 22 a empresarios y representantes sindicales para buscar un acuerdo que garantice el empleo y la producción en la provincia. En su comunicado, Melella destacó que defender la industria fueguina es proteger el arraigo, la soberanía y el desarrollo que Tierra del Fuego ha construido durante décadas, y que la pérdida de empleos amenaza el futuro de miles de familias.
El intendente de Río Grande, Martín Pérez, señaló que la eliminación del arancel del 16% representa un riesgo grave para la industria local y los empleos, mientras que la senadora nacional Cristina López calificó las medidas como un “golpe mortal contra la industria��, atribuyendo la decisión a presiones del FMI más que a las necesidades de la población.
La situación genera incertidumbre sobre el futuro del régimen industrial en Tierra del Fuego, foco clave de la producción nacional de electrónicos, en un contexto de conflicto entre la política nacional y las demandas locales.