La intervención consistió en el emplazamiento de una flor grande en cuyos pétalos se puede leer la frase "Podrán cortar todas las flores, pero no detendrán la primavera", cuyo autor es el poeta chileno Pablo Neruda. La instalación representa "la lucha, la vida, el amor y, por sobre todas las cosas, la Memoria, la Verdad, la Justicia y la Alegría".

A la par, alrededor de la flor se esparcieron botellas plásticas que simulaban bombas, en las que se agregaron frases o palabras para expresar aquello con que las asociaciones de derechos humanos y "el pueblo en general hemos tenido que enfrentar durante los últimos 40 años por manos de quienes plantean una sociedad para pocos, una sociedad injusta, reprimida, sin pensamiento crítico, vacío de conceptos y sin memoria", según indicaron desde A Desalambrar.

Finalmente, debajo de la flor se ubicaron otras flores más pequeñas en macetas con los nombres de personas secuestradas, desaparecidas y torturadas durante la última dictadura militar en Olavarría.

Desde la agrupación reflexionaron que la propuesta fue dejar un "mensaje claro y contundente frente a quienes buscan de cualquier manera, con distintas estrategias, a cualquier precio callar nuestras voces, las voces del pueblo, no se callarán jamás".

Unión Cívica Radical

Desde la Unión Cívica Radical (UCR) local emitieron un documento, en el que remarcaron que "hace 40 años dio comienzo la dictadura militar más sangrienta que gobernó la Argentina entre 1976 y 1983. Recordar esta fecha es fortalecer la democracia de modo que la memoria sea un elemento central en la construcción de la identidad colectiva, recordar las luchas de los argentinos para el logro de una sociedad más justa y revalorizar desde nuestra experiencia la democracia, la igualdad, la justicia y la vigencia de los derechos humanos para todos".

"Hoy es un día de reflexión para recordar a las víctimas y honrar a quienes, durante ese drama, vencieron el miedo denunciando las desapariciones y las violaciones a los derechos humanos, a las asociaciones de derechos humanos, a los abogados que presentaron cientos de hábeas corpus, a los que comenzaron el camino de la búsqueda de niños y niñas apropiados, llevando todos ellos adelante, desde un comienzo, la lucha por la Memoria, la Verdad y la Justicia".

Y enlazaron que "para asegurar esos derechos humanos en el presente, es indispensable comprender qué nos pasó en el pasado y permitirnos construir un futuro mejor. Hoy renovamos nuestro compromiso profundo con la vigencia de los derechos humanos, que sólo son posibles cuando rige la Constitución y se vive en democracia".

La Juventud Peronista

Mientras tanto, la Juventud Peronista de Olavarría no dudó en afirmar que "los crímenes cometidos desde el Estado entre el 24 de marzo de 1976 y el 10 de diciembre de 1982 representan el mayor avasallamiento contra los derechos humanos en nuestros 200 años de historia. La persecución política, los robos y saqueos, el secuestro y desaparición de personas, el robo de identidad a menores y la muerte de tantos compañeros son las expresiones mas brutales de ese proceso, que buscó imponer a sangre y fuego un modelo político liberal que destruyera finalmente las conquistas laborales e industriales producidas desde 1945 con el gobierno del general Juan Domingo Perón. Se impuso un plan sistemático para la persecución y desaparición de personas, pero también para desmantelar el Estado y endeudar a los argentinos".

"La lucha por la llegada de la democracia y el esclarecimiento de estos crímenes nos convirtieron en uno de los pocos países en el mundo que juzgó y condenó a quienes de facto usurparon el poder para imponer el terror. Años mas tarde, con la llegada de Néstor Kirchner a la Presidencia, y la derogación de las leyes de Obediencia Debida y Punto Final, se inició una nueva etapa en la búsqueda de justicia que permitió castigar y condenar a penas de prisión en cárcel común a los autores de los crímenes de lesa humanidad cometidos desde el Estado", rescataron.