COLÓN ERA SOLTERO Y SIN NOVIA CELOSA
Cristóbal Colón pudo descubrir América sólo porque ¡¡ERA SOLTERO!!
Si Cristóbal Colón hubiese tenido una esposa, habría tenido que oír: - ¿Y por qué tenés que ir vos?
- ¿Y por qué no mandan a otro?
- ¡Todo lo ves redondo! ¿Estás loco o sos idiota?
- ¡No conoces ni a mi familia y vas a descubrir el nuevo mundo!
- ¿Y sólo van a viajar hombres? ¿crees que soy pavota?
- ¿Y por qué no puedo ir yo si vos sos el jefe?
- ¡Desgraciado, ya no sabes qué inventar para estar fuera de casa!
- ¡Si cruzas esa puerta yo me voy con mi vieja!¡Sinvergüenza!
- ¿Y quién es esa tal María? ¿Qué Pinta? ¡Y la guacha que se hace la Santa!!!
- ¿Y decís que es una Niña?... ¡andate a la mierrrr…!
- ¡Todo lo tenías planeado, maldito! Vas a encontrarte con unas indias flojas de cincha.... táquetepá…!!!!
- ¿A mí me vas engañar?
- ¿Que la Reina Isabel va a vender sus joyas para que vos viajes? ¿Me crees estúpida o qué? ¿Qué tenés con esa vieja mamarracha, eeeeeeeeeeeeeeeeeh??????
- ¿Me vas a decir que la Reina te paga el viaje porque vos le mostraste un huevo???
¡No vas a ningún lado!
- No va a pasar nada si el mundo sigue plano. Así que no te vistas que ¡¡¡no vas!!!
-Sé muy bien que te querés hacer el famoso para que más abajo, en esas tierras, le pongan tu nombre a un club, y que después le ganen a Boca, ¡Figurón!
Definitivamente: ERA SOLTERO...
EL LORO DEL TITANIC
En la última noche del Titanic, un mago estaba brindando un espectáculo de magia...
El mago comenzó su número, e hizo desaparecer su sombrero.
En eso un loro atrás del auditorio comienza a gritar:
- Lo tiene detrás de él !!!, Lo tiene detrás de él !!!...
El mago molesto continúa con su número y hace desaparecer un conejo…
En eso el loro grita:
- Lo tiene debajo de la mesa !!!, lo tiene debajo de la mesa!!!...
Y así, durante todo el número, el loro jorobó y jorobó al pobre mago.
Pero justo después del espectáculo, el crucero choca con un iceberg y se hunde.
El loro y el mago se salvan, quedando a la deriva solos en el mismo bote.
Pasaron muchos días sin que ninguno se hablara.
De pronto el loro habló y le dijo al mago:
- Dale canchero...., me rindo..., ¿Dónde diablos pusiste el barco?