Girasol: El estado del cultivo es en general bueno, transitando estadios que van desde fin de floración a inicios de madurez, con buen estado sanitario. En áreas del suroeste de la provincia, donde la disponibilidad de agua fue escasa en la mayor parte del ciclo del cultivo, se observan capítulos pequeños, lo que redundará en menores rendimiento.

En cuanto a reservas hídricas, para el cultivo sembrado tardío las condiciones son entre regulares a adecuadas en el norte y en el sureste de la provincia, mientras que, para el cultivo de siembra temprana, se dan las mismas condiciones en el centro-oeste y en el sureste. En el resto del territorio provincial, para ambos tipos de cultivos, las reservas son entre escasas y sequía.

Maíz: El estado del cultivo es bueno en la mayor parte del área sembrada, a excepción de una porción en el centro oeste donde las altas temperaturas provocaron síntomas de estrés. Los estadios por los cuales atraviesa el cultivo van desde floración (tardíos) hasta llenado de grano-madurez (tempranos). No se reportan problemas fitosanitarios de relevancia. Las reservas hídricas son regulares en el noroeste y centro-oeste para el cultivo de siembra tardía, mientras que para el cultivo de siembra temprana las mismas son entre regulares y adecuadas en el norte y en el sureste, y entre sequía y escasas en el centro y el suroeste.

Soja: En el norte provincial el cultivo se encuentra en buen estado general, favorecido por las últimas lluvias y atravesando etapas entre floración y llenado. La porción del oeste provincial presenta condiciones irregulares. Hacia el centro del área sembrada, las condiciones son óptimas, mientras que más al norte, las condiciones son entre regulares y buenas. El sureste presenta el cultivo de segunda en floración, con condiciones variables dadas las condiciones previas en cuanto a disponibilidad de agua. Por último, el centro-sur de la provincia se presenta un cultivo de segundo sembrado algo más tardíamente que la fecha de siembra optima, en estado de floración.

Las reservas hídricas para el cultivo de primera se encuentran entre escasas y regulares en la mayor parte del área sembrada (e incluso en nivel de sequía en el suroeste) a excepción áreas puntuales del sureste, en donde las reservas son adecuadas. En cambio, para el cultivo de segunda, las reservas hídricas se encuentran entre regulares y adecuadas en la mayor parte del área sembrada, a excepción de algunas zonas del sureste en donde las mismas son óptimas.