Siempre para cocinar pasta es necesario hacerlo en una gran cantidad de agua, con sal y unas gotas de aceite. Además se tiene que cocinar hasta que esté, por lo menos, al dente. Pero cuando se trata de la pasta para ensalada, como este plato se sirve frío o también a temperatura ambiente, el tipo de cocción también tiene que variar.

Básicamente son dos los secretos a tener en cuenta:

El primero es que hay que agregar un poco más de sal al agua de cocción. Al cocinar la pasta para la ensalada, por lo general se incluye el doble de la cantidad de sal que normalmente se ponen en el agua de la pasta, agregando aproximadamente 4 cucharadas de sal por 4 litros de agua. Sabemos que esto suena excesivo, pero la comida realmente sabe diferente cuando se come fría, que cuando está caliente.

El segundo es que se debe cocinar la pasta un poco más, luego de que esté al dente. Es que la pasta se endurece cuando está fría. Por eso se cocina un poco más de que esté al dente, ya que de esta manera la pasta va a mantenerse suave cuando esté fría.

Entonces, luego de que la pasta esté al dente, hay que cocinarla por un minuto más. A continuación, colarla y escurrirla con agua fría. Así será perfecta para una sabrosa ensalada, bien a punto.