En ambos casos se realizaron los exámenes veterinarios de rutina y se estableció su pronta reubicación y liberación en la zona serrana alejada de los cascos urbanos, en donde estos animales ya forman parte de la fauna local.

Por otra parte, desde la dirección del Bioparque se hace saber que los animales decomisados, encontrados y donados que pertenecen a la fauna autóctona, es decir de nuestra región y que no reviertan peligro para la población (tal es el caso de las yararás que son llevadas al Instituto Malbrán para extraer suero antiofídico), son examinados rápidamente y si se constata que se encuentran en buen estado de salud, se procede a su liberación y reubicación lejos de los centros urbanos, ya que la finalidad del Bioparque respecto de la fauna autóctona es lograr su preservación en ambientes naturales, cumpliendo así con uno de los objetivos que presentan estas instituciones: el de la conservación de las especies.

Asimismo, se destaca que estos animales resultan beneficiosos en el ecosistema, por sus hábitos alimenticios, ya que son generalistas, alimentándose de insectos, artrópodos, roedores, etc., así como de carroña, lo que beneficia al ambiente eliminando focos infecciosos y colaborando con el reciclaje de los nutrientes.

Finalmente se indica que ante la duda o cuando algún ejemplar sea encontrado en sectores urbanizados se comuniquen telefónicamente con el Bioparque La Máxima al teléfono 423211.

Algunas características

El lagarto overo tiene habitualmente una longitud total de 1 metro de largo total, siendo de 1,5 metros en casos excepcionales. Su distribución geográfica en la Argentina (en las provincias de Misiones, Corrientes, Entre Ríos, Formosa, Chaco, Santa Fe, Buenos Aires, el centroeste y sudeste de Córdoba, y el noreste y sudeste de La Pampa), Paraguay, Uruguay y Brasil.

Como son animales de sangre fría, no pueden regular internamente la temperatura interna de su cuerpo; esto condiciona sus comportamientos, siendo activos durante los meses más cálidos (primavera y verano), mientras en otoño e invierno hibernan en cuevas que ellos mismos construyen o que abandonan otros animales, como por ejemplo las vizcachas. Su horario de actividad máxima oscila entre las 11 y las 16. De esto se desprende el dicho popular de "tomar el sol como un lagarto".

En los individuos adultos, la coloración dorsal posee un fondo pardo amarillento u oliváceo más o menos oscuro, con fajas negras transversales desde la nuca hasta la cola, sustituidas a veces por manchas irregulares negras o blancas en otros casos no poseen manchas ni fajas, sino un color pardo negruzco o verdoso bastante uniforme. Los juveniles al nacer son verde claros metálico, brillantes. Los adultos pesan entre 3,5 y 4 kilos. Presentan cabeza bien triangular, que se diferenciada del cuerpo, ojos grandes y pupilas circulares. Los ojos tienen membrana nictitante. La zona ventral tiene escamas pequeñas. Posee patas con cinco dedos, con uñas fuertes. Las patas traseras tienen dedos más largos. Poseen cola muy desarrollada, la que arrastran, y pueden desprenderla como otros lagartos (pudiendo regenerarse nuevamente). Los machos son más grandes y robustos que las hembras, y presentan un mayor desarrollo en la base de la cola, donde se alojan los órganos sexuales masculinos, dos hemipenes, retraídos.