Será para todas las bibliotecas populares, tanto las que están incorporadas en la Conabip y cuentan con personería jurídica como las que no tienen ese trámite al día. Podrán acceder a un subsidio municipal. Además, estarán eximidas del pago de servicios urbanos y tendrán tarifas reducidas de servicios generales. Ahora, la ordenanza deberá ser promulgada por el intendente Ezequiel Galli.

La realidad económica de las bibliotecas populares no es la mejor desde hace ya tiempo. Las distintas instituciones deben acudir al ingenio para poder continuar funcionando, tanto aquellas que reciben subsidios nacionales y provinciales, como las que no cuentan con ningún tipo de ingresos estatales.

Por eso, la Ordenanza que se aprobó la semana pasada en la sesión del Concejo Deliberante representa un desahogo para estas instituciones.

Aunque todavía no hay detalles de cómo se implementará la ayuda estatal ni de cuándo se hará efectiva, lo que queda en claro es que las bibliotecas podrán contar con un apoyo municipal que aportará a la subsistencia.

La ordenanza que debe promulgar el Intendente para que dé cumplimiento efectivo "no establece subsidio, sino la decisión de ayudar a las bibliotecas. Quedará en el resorte del Intendente establecer la forma, pero lo que es muy importante es el reconocimiento no solo de aquellas incorporadas a la Conabip, sino también a las que no tienen completo este proceso", sostuvo Eduardo Rodríguez.

Además, se contemplaron otras cuestiones como "la creación de una red de bibliotecas populares y también la posibilidad de desarrollar una biblioteca central así que ahora la idea es que el Ejecutivo pueda avanzar en estos puntos", dijo el presidente del HCD.

A grandes rasgos, la ordenanza viene a dar "un marco normativo que no existía, que no estaba previsto. Los subsidios los tendrá que establecer el Ejecutivo, pero la norma se aprobó por unanimidad y tuvo el acompañamiento del bloque oficialista", expuso Eduardo Rodríguez.

El proyecto de ordenanza había sido presentado por los concejales del Frente para la Victoria, pero en Comisión tuvo aporte de todos los bloques.

Además del subsidio, la ordenanza estipula la eximición de tasas municipales y deja contemplada la creación de una partida de apoyo estatal en el próximo presupuesto.

Por otra parte, se expone que las bibliotecas populares de Olavarría podrán acceder a tarifas reducidas de los servicios generales, contemplando la tarifa social de electricidad.

También se aportará ayuda en lo que es equipamiento, mantenimiento edilicio y mobiliario. Es decir, "en todo lo que tiene que ver, en forma global, con el sostenimiento de las bibliotecas populares", sintetizó Eduardo Rodríguez.

Los referentes de las bibliotecas populares quedaron muy conformes con la aprobación de la ordenanza. Aunque desde el sector se pretendía contar con un subsidio en forma mensual, el Concejo propuso un subsidio anual que sea destinado a infraestructura, mantenimiento de edificios y mobiliario. Además, el municipio podría aportar un empleado municipal que ayudara en la labor de la biblioteca.

Otro aporte

"La situación de las bibliotecas populares en cuanto a lo económico no es sencilla", definía a este Diario Yoli Pérez desde la Biblioteca 1° de Mayo, en septiembre del año pasado, en el marco del Primer Encuentro de Bibliotecas Populares que se organizó en nuestra ciudad.

En aquel entonces, la bibliotecaria contaba que referentes de distintas bibliotecas de nuestra ciudad habían comenzado a reunirse con la intención de "hacer algo juntos para poder generar algún tipo de ingreso" y hablaba de que se había empezado a trabajar en "un proyecto de ordenanza a nivel local" que todavía estaba en estudio.

Lo que se pretendía era lograr una ayuda "para que las bibliotecas puedan dedicarse a lo que saben hacer y a lo que les gusta hacer que es la promoción de la lectura y el acceso a la cultura, y no tener que preocuparse por el tema económico", remarcaba.

En cuanto a los fondos con los que cuentan las bibliotecas populares para solventar su actividad, Yoli Pérez contaba que "hoy ha disminuido mucho la cantidad de socios que es una fuente importante de recursos". La Biblioteca Popular 1º de Mayo cuenta actualmente con unos 500 socios que pagan 35 pesos por mes, pero "hay bibliotecas que tienen mucho menos socios y una cuota menor".

A eso hay que sumar que de las bibliotecas populares que funcionan en Olavarría, algunas reciben subsidios nacionales y provinciales, pero otras no reciben ningún tipo de ayuda estatal. Uno de esos subsidios es el que otorga la Conabip que es la protectora de las bibliotecas populares y que consiste en un subsidio anual. A ese se suma el que entrega la Provincia que es de 6.200 pesos, un monto menor a lo que es el sueldo de un bibliotecario.

En este contexto, esos ingresos estatales "no solucionan la vida, representan un aporte más, pero no cubren todas las necesidades de una biblioteca", declaraba Yoli Pérez.

Por eso, la ordenanza que fue aprobada la semana pasada en la sesión del Concejo Deliberante fue celebrada por referentes de distintas bibliotecas populares de Olavarría que estuvieron presentes en la Sociedad Española. "Es una gran ayuda, más para nosotros que no recibimos ningún subsidio hasta el momento", dijo Ricardo Moreno desde la Biblioteca Popular Crucero General Belgrano, una institución que intenta sobrevivir a base de rifas y socios, ya que todavía no cuenta con la personería jurídica que le permita acceder a algún tipo de ayuda estatal, ya sea nacional como provincial.

Liberación de Libros

La buena noticia de la aprobación de la ordenanza de apoyo estatal para las bibliotecas llegó a días de la Primera Liberación de Libros que se realizará en nuestra ciudad.

La iniciativa es organizada por 7 de las 12 bibliotecas populares que funcionan en nuestra ciudad y se efectivizará el sábado.

La práctica consiste en dejar libros en lugares públicos para que sean tomados por quienes deseen leerlos y luego vuelva a "liberarlos". A nivel mundial, la actividad se conoce como BookCrossing. Este año, en la ciudad, se realizará el sábado 23 de abril en espacios y plazas públicas desde las 9 y hasta las 19. Esa fecha se conmemora el Día Internacional del Libro, en recuerdo del fallecimiento de Cervantes y Garcilaso de la Vega así como el nacimiento de otros escritores.

Se trata de una iniciativa "que viene haciéndose en otros países y que este año las bibliotecas populares de Olavarría queremos implementarla en la ciudad", explicó Cristina Aguirre desde la Biblioteca Popular Coty Laborde.

En diálogo con Canal Local, contó que "las bibliotecas nos hemos puesto de acuerdo para llevar adelante la propuesta y pensamos liberar unos 400 libros en total".

Sobre la metodología, explicó que "cada biblioteca tiene una zona de influencia donde vamos a dejar los libros debidamente identificados así la gente sabe que en distintas plazas, parques y bancos de paseo se va a encontrar con un libro etiquetado, entonces se van a dar cuenta que es un libro liberado. Adentro le vamos a poner una etiqueta para que se sepa a qué biblioteca pertenece. La idea es que cada persona que tome ese libro lo libere también, que el libro no quede preso, que nunca quede en una estantería".

Cristina Aguirre dijo que "los lectores por lo general se dirigen a las bibliotecas o compran libros, pero por ahí hay gente que no sabe que le gusta leer, entonces la idea es que encuentre el libro y le pique la curiosidad de ver cómo empieza ese libro, de qué se trata. Por ahí para algunos será la primera vez que se encuentren con un libro. La idea es que lo lean y que lo liberen, que el libro siga circulando".